Última semana antes de las elecciones y cuando se pensaba que todo estaba consumado ¡zaz!, el video que publica Semana.com en el que se ve a Oscar Iván Zuluaga conversando con bastante interés con Andrés Sepúlveda, quien hoy es investigado por la Fiscalía General de la Nación por ser un supuesto interceptor cibernético ilegal. Este, siendo parte del equipo de campaña del candidato Zuluaga, habría propiciado chuzadas ilegales a documentos oficiales de la Presidencia, el Ejército Nacional, los miembros negociadores en la Habana y a las FARC. Grave el hecho de que Oscar Iván, luego de haber sostenido hace dos semanas que había contratado a Sepúlveda y a su equipo solo para realizar actividades de campaña en las redes sociales; y hace una haber dicho que su relación solo se había limitado a una ocasional visita para “saludar” a todo el equipo, haya sido totalmente desvirtuado en su versión, y que se le comprobara además, que no solamente conocía y dialogaba con Sepúlveda, sino que también era plenamente consciente y conocedor de que tipo de información tenía éste, como la obtenía, y además, quese permitían cuestionar sobre el alcance que podría tener la susodicha en contra de la campaña rival.
La noche del sábado pasado luego de conocer el vídeo estuve muy atento a cualquier pronunciamiento, no solo del candidato Zuluaga, sino también del grueso de sus co-partidarios. El primero calló, y los segundos se limitaron a justificar lo visto por todos los colombianos como un montaje vil y grosero de la campaña Santista. Esta versión fue revalidada el día de hoy por el propio implicado. Cuando todo el mundo esperaba que diera prevalencia en su discurso al porqué de su visita y el contenido de su diálogo, Zuluaga –limitado como nunca en su argumento- minimizó todo lo sucedido al declararse víctima de una ruin trampa tendida por el “Hacker” -al que él mismo contrató-, Santos y J.J. Rendón.
Interrogantes por montones deja todo lo sucedido. Respuestas ninguna. Aquí no ha pasado nada. Todos conocemos como han manejado desde siempre el senador Uribe y su gente la información que les perjudica. Nadie ha visto, hecho u oído nada. Investigaciones, pruebas, testigos, todo es falso. Montajes del castro-chavismo. Seguramente el tema será tratado de opacar con alguna otra denuncia, que no se fundamenta en prueba alguna, pero que para muchos es palabra santa.
Lo que podría quedar como moraleja de todo esto es lo bajo que han caído algunos politiqueros en su afán de adquirir y perpetuarse en el poder. Lo ingenuos que pueden llegar a ser cientos de colombianos, que obnubilados, no pueden ver más allá de las realidades que les quieren vender. Que el país necesita una idea diferente de política social, sin más ‘eses’, ‘úes’ y ‘zetas’. Que el flagelo desgarrador del conflicto armado debe terminarse inmediatamente; es inconcebible que más niños y personas inocentes sigan cayendo día tras día en medio de esta guerra despiadada. Y que el dialogo, único método valido para la solución efectiva de los conflictos, debe ser laprincipal bandera de cualquiera de los que llegue al palacio presidencial.
Con todo lo dicho, que el próximo domingo pase lo que tenga que pasar y que Dios nos coja confesados.