Los artesanos, artistas, ciudadanos y demás actores de las fiestas de San Juan y San Pedro son fundamentales para la realización del festival que atrae a cientos de turistas año tras año y son los protagonistas en el capítulo de hoy en el especial del Diario LA NACIÓN dedicado a las festividades sampedrinas, que se emitirá a través de las redes sociales a partir de las 5 de la tarde.
Las fiestas de San Juan y San Pedro son la oportunidad perfecta para que propios y visitantes disfruten de los sitios turísticos que hay en la capital Bambuquera de América y de los diferentes municipios del departamento del Huila.
Durante las festividades sampedrinas son muchos los turistas que se acercan al Huila a divertirse y conocer de las costumbres propias de la región que abarcan los reinados, los encuentros folclóricos, los festivales artísticos, los desfiles y la gastronomía.
Con las fiestas se busca rescatar las tradiciones ancestrales que destacan la cultura de la región y envuelven a los visitantes en las actividades que se realizan todos los días en torno a la realización del festival y que involucran a los distintos actores que ayudan a la misma.
Los artesanos son parte fundamental en la economía de la región, y sobre todo en la temporada sampedrina, pues sus creaciones son las atracciones principales para turistas que a través de las mismas desean conocer la cultura y las tradiciones huilenses. “La gente está gozando mucho, porque volvemos al trabajo. Cabe recordar que el Reinado Nacional del Bambuco genera empleo y reactiva la economía; desde la persona que vende una bolsa de agua, hasta al gran empresario; es una reactivación económica de lo que tiene que ver con las fiestas de San Pedro en el Huila”, expresa el reconocido Alberto Varón, exparejo del Sanjuanero Huilense.
Por su parte, Claudia Carvajal, diseñadora laboyana indica que, “los artesanos en el Huila son un eslabón de la economía. Aportan en economía, en tradición y en cultura, en toda la belleza de esta fiesta tradicional. Es una fiesta que se desborda de creatividad, diseño, es la oportunidad perfecta para que artesanos, modistas, diseñadores y todo lo que tiene que ver con los trajes típicos puedan lucrarse”.
Las carrozas, los trajes típicos, sus colores, diseños y brillos son el encanto que atraen y deslumbran a los visitantes. Además, la calidez de su clima se refleja en la calidez humana de sus habitantes, quienes reciben a los que vienen de otros departamentos y países, con los brazos abiertos. “Nos gusta atender al turista, que se sienta como en casa. Es parte de la idiosincrasia del opita. La invitación es que se ‘peguen’ la rodadita, y disfruten de nuestras fiestas”, indica Saúl Ramírez López, un ciudadano orgulloso de sus raíces y sus fiestas.