En la entrevista que el presidente Santos le concedió a la Directora de LA NACIÓN la semana pasada se filtró una muy mala noticia referente a la carretera Neiva-Colombia-La Uribe. Las palabras del primer mandatario fueron las siguientes “Para la vía El Dorado (Colombia) – La Uribe no se cuenta con licencia ambiental en el tramo que atraviesa el Parque Nacional de Los Picachos. Actualmente no se cuenta con recursos para la construcción del tramo Colombia – La Uribe. Por lo tanto, hasta no conocer el trazado de la vía, la revisión ambiental del corredor completo por parte de la ANLA y el costo de la obra, no se pueden asignar los recursos necesarios para este proyecto”.
En el año 2009, cuando se reiniciaron los trabajos el presidente Uribe la presentó como uno de más importantes macroproyectos viales del país que permitiría unir las tres naciones que hicieron parte de la Gran Colombia (Venezuela, Colombia y Ecuador) y a Venezuela con el Océano Pacífico a través de Buenaventura.
Ahora resulta que la obra entra en parálisis por falta de licencia ambiental en la zona que atraviesa el Parque Natural Nacional Los Picachos y la necesidad de rediseños de la misma. ¿Cómo es posible que una obra de estas dimensiones sea iniciada, se inviertan en ella millonarios recursos y después se suspenda porque faltan licencias y diseños? ¿Cuánto está perdiendo Colombia en lucro cesante por el tiempo de parálisis de la obra? ¿Quiénes son los responsables de que esto haya sucedido? ¿Se abrirán los procesos disciplinarios, fiscales y penales por este desmangurre administrativo? ¿Harán los parlamentarios del Huila y Meta, como departamentos más afectados, los debates de control político por el caso? ¿Cuánto tiempo llevará la solución del actual problema para lograr la continuidad de la obra?
Me ha sorprendido el silencio y la pasividad con que los medios de comunicación y la propia ciudadanía (incluyendo las veedurías) han recibido esta mala noticia que significa un duro golpe para los planes de desarrollo y competitividad de nuestra región. El Huila le ha apostado a su desembotellamiento con vías como esta, como la carretera a San Vicente del Caguán, como la vía Pitalito/Isnos/Paletará/Popayán y como aquella otra que comunica a La Plata con Inzá, Totoró y Popayán. En todas ellas se han invertido millonarias sumas del presupuesto nacional y ninguna ha sido concluida a satisfacción a pesar de los muchos años que llevan en ejecución. ¿Seguirá el Huila resistiendo pasivamente que el gobierno central, le quite sus recursos como las regalías petrolíferas y lo trate con este desgreño administrativo?-