El 2 de mayo de 2002 será recordado por siempre en el país como una de las fechas dolorosas para el país, pues en Bojayá, Chocó, más de 100 personas murieron en una masacre producto del enfrentamiento entre dos grupos al margen de la ley.
Redacción Web/LN
El terror, la zozobra y el miedo aún se sienten en Bojayá, Chocó, 20 años después de que un cilindro bomba cayó sobre el techo de la iglesia del pueblo, matando a más de 100 personas, entre ellas niños y niñas. Hoy, es considerada como un de las peores masacres que ha vivido el país a lo largo de su historia.
Los hechos
El 2 de mayo de 2002, integrantes del Bloque 58 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y paramilitares del Bloque Élmer Cárdenas se enfrentaron en las cabeceras municipales de Vigía del Fuerte, Antioquia, y Bojayá en el departamento del Chocó.
La población civil desesperada buscaba refugio y más de 100 personas vieron la iglesia del municipio de Bojayá como un buen lugar para salvar sus vidas. Sin embargo, sobre las 11 de la mañana de aquel 2 de mayo de 2002, un cilindro bomba que rompió el techo de la centro religioso, matando de manera instantánea todos los que allí se refugiaban.
Urgente llamado
20 años después de esta masacre, la JEP y las demás entidades del Sistema Integral para la Paz (Comisión de la Verdad y Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas) piden a las autoridades nacionales que de manera urgente se garantice la protección y la vida de los habitantes de esta zona, porque persiste el conflicto en esa región.
“Después de esto, Bojayá ha tenido más de seis alertas tempranas de presencia de grupos armados en los territorios y que han sido desatendidas por la institucionalidad. Hoy tenemos en Bojayá un confinamiento del 70% de sus población, tenemos un nivel de reclutamiento alto en las comunidades, allí hacen presencia el LEN y la AGC, y tenemos un saldo muy triste donde los jóvenes en resistencia para que no sean reclutados han decidido ahorcarse”, indicó Leyner Palacios Asprilla, es uno de los sobrevivientes de la masacre de Bojayá y actualmente hace parte de la Comisión de la Verdad.
Hay que recordar que, en enero de este año, ante los magistrados de la JEP y las víctimas, seis comparecientes que pertenecieron al Frente 34 (Bloque José María Córdoba) de las extintas Farc reconocieron colectivamente su responsabilidad en la masacre de Bojayá y pidieron perdón. Dentro del Caso 04, que prioriza la situación territorial de la región de Urabá.