El Amor echa fuera el temor (1 Juan 4:18)
Heidi Latorre Adarme*
El miedo es lo contrario al amor. Es una frase que personalmente me ha llevado a cuestionar sobre el poder que tiene en los seres humanos cada una de estas emociones, de estos estados mentales. De hecho, considero que el miedo es de los estados que más paralizan y estancan a una persona. Por miedo, muchos seres humanos siguen apegados en una relación tóxica, por miedo algunos no se arriesgan a luchar por sus sueños, por miedo al rechazo, hay quienes viven a la sombra de otros. Siendo así estos tres miedos: miedo al fracaso, al rechazo, a la soledad, los que no permiten a una persona evolucionar y ser feliz, entre otros miedos. Y cuando te aferras a tus creencias limitantes, o a tu pareja, al trabajo, a las cosas, por miedo a perder, a quedarte solo u sola, por miedo al cambio, al fracaso, al rechazo, no eres libre.
Pero, ¿qué es el miedo? El miedo es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento, habitualmente desagradable, el cual se da por la percepción de un peligro, real o imaginario, presente, futuro o incluso pasado. Sin embargo el miedo como mecanismo de protección es útil para la supervivencia, porque nos pone en alerta sobre peligros reales. Pero cuando ese miedo es neurótico, se convierte en tóxico, y es ese miedo, el que le roba espacio al amor, y consume la energía vital, del cual estamos hechos, y te deja sin fuerzas para ser tú mismo.
El miedo es un estado, el amor también es un estado, pero en el amor te fortaleces, en el miedo te debilitas; en el amor eres libre, en el miedo prisionero; en el amor eres seguro, en el miedo inseguro; en el amor creces, en el miedo te estancas; en el amor encuentras el camino hacia lo mejor de ti, en el miedo te rindes ante los obstáculos; en el amor amas libremente, en el miedo te apegas.
Ya que por cada miedo que tengamos, le robamos espacio al amor, amor que puede ser para nosotros mismos, para los demás, para nuestros sueños, y para todo aquello que hace parte de nuestra vida, privándonos de ese gran privilegio y la principal misión que tenemos, el de ser felices.
Pero también es importante tener presente que en el amor no hay temor, sino que el amor echa fuera el temor (1 Juan 4:18). Es un decreto bíblico, que llevado a nuestra vida, puede convertirse en una creencia poderosa, que nos va a permitir cada vez que sintamos miedo ante una situación determinada, recordar que al estar enfocados en el amor, todo puede ser soportado, vencido, transformado, superado.
¿Y cómo se puede echar fuera el temor? A medida que nos conozcamos, que vayamos siendo conscientes de aquellos miedos inconscientes, esto con el objetivo de nuestra vida de amor, ya que al amarnos el nivel de consciencia será más alto, y tendremos más fuerza interna, para vencer aquellos miedos que fueron aprendidos, que se fueron programando en el inconsciente ya que nadie nació con ellos.
Recuerda que los miedos, el miedo al rechazo, el miedo al fracaso, y todos los demás miedos, son ideas, son simplemente programaciones que en un momento de la vida se crearon, son dragones mentales, que no son reales, que no hacen parte de ti, no nacieron contigo, porque fuiste creado desde el amor y por amor. Por lo tanto, ¡tú puedes vencerlos, tienes el poder para hacerlo!
*Heidi Latorre Adarme
Psicóloga – Master of PNL
Licensed advanced of PNL & Coaching
Conferencista
e-mail: hala1205@hotmail.com