El director de Planeación Nacional, Jorge Iván González, habla con LA NACIÓN y dice que las grandes transformaciones que propone el Plan de Desarrollo como la ordenación de los municipios alrededor del agua están a salvo. Le pide a la dirigencia huilense pensar en proyectos estratégicos. Explica además cómo será la contratación con juntas comunales y comunidades indígenas.
Jesús Antonio Rojas Serrano
Jorge Iván González Borrero es el trigésimo octavo director del Departamento Nacional de Planeación, DNP, desde 1958, entidad del gobierno nacional encargada de coordinar, articular y apoyar la planificación de corto, mediano y largo plazo del país, además de orientar el ciclo de las políticas públicas y la priorización de los recursos de inversión. Él es el hombre que está detrás del Plan Nacional de Desarrollo del gobierno de Gustavo Petro y el cual está en discusión en el Congreso de la República.
En entrevista con LA NACIÓN, González Borrero habla sobre el Plan Nacional de Desarrollo, cómo va la discusión en el Congreso de la República, el disgusto de la dirigencia huilense por los bajos montos de inversión para la región y los alcances de la economía popular en el documento.
¿Cómo va la discusión en el Congreso de la República del Plan Nacional de Desarrollo?
Vamos relativamente bien producto de un trabajo que hemos tenido con los congresistas desde hace un mes, primero, con los ponentes de las comisiones económicas del Congreso y, segundo, con los demás integrantes. Yo creo que vamos bien. El Plan de Desarrollo lo hemos mejorado bastante; la mayoría de las propuestas de los congresistas son muy sensatas y yo tengo una buena imagen del Congreso y del trabajo que hemos hecho.
¿Qué está proponiendo el Plan de Desarrollo? ¿Qué es lo que está quedando de esas discusiones en el Congreso?
Para quienes me están leyendo, las bases del Plan Nacional de Desarrollo quedaron intactas. Jesús Antonio, los debates no han sido sobre las grandes líneas del Plan. Para el equipo de Planeación Nacional, es muy satisfactorio porque las grandes transformaciones que hemos propuesto, el Congreso las ha considerado legítimas, las ha considerado pertinentes e importantes. Entonces, afortunadamente, las grandes apuestas del Plan de Desarrollo las ha aceptado el Congreso; las discusiones han sido sobre aspectos puntuales y artículos específicos. Insisto: en ningún momento se ha puesto en tela de juicio las cinco grandes transformaciones que proponemos en el Plan: 1) Ordenamiento del territorio alrededor del agua. 2) Seguridad humana y justicia social. 3) Derecho humano a la alimentación. 4) Transformación productiva, internacionalización y acción climática. 5) Convergencia regional.
¿Qué es eso de ordenamiento del territorio alrededor del agua?
Jesús Antonio, es la transformación más fuerte. Colombia tiene muchas dificultades en el tema territorial; estas dificultades tienen que ver con la sostenibilidad de las grandes ciudades, cómo manejamos el agua para que los municipios se mantengan; tiene que ver con el transporte fluvial, con los acueductos, los problemas que tenemos con minería ilegal y la deforestación. Este capítulo dice que el principal problema del país es el ordenamiento del territorio, estamos acabando con la naturaleza, no estamos protegiendo los páramos, estamos permitiendo que se consoliden grupos armados alrededor de las economías ilegales, el Estado no tiene suficiente control sobre áreas importantes del territorio. Esas son las reflexiones y en torno a ellas está encaminado el aporte enorme del Plan Nacional de Desarrollo. Hay que volver a recuperar la importancia del agua. Eso está en consonancia con propuestas que se han hecho a nivel internacional; este Plan Nacional de Desarrollo toma decisiones que se han tomado en las cumbres climáticas, el Acuerdo de Escazú, entre otras. Le estamos diciendo a la sociedad: ojo que el agua es importante y sin agua no podemos vivir.
¿Cómo va quedar el Huila dentro de este Plan de Desarrollo?
Nosotros nos hemos reunido con bancadas de los distintos departamentos. Ya nos reunimos con la bancada del Huila y una de las cosas que les dijimos es que los proyectos estratégicos regionales no los departamentalicemos, es decir, no miremos el tema por departamentos; miremos más bien estrategias de desarrollo que superen a los departamentos; pensemos en alternativas para todo el país. Ellos nos dijeron que les estamos reduciendo el presupuesto con respecto a hace cuatro años, pero les dije: miremos primero cuál es la base de comparación. Lo importante es que pensemos en proyectos que tengan impacto nacional. Les estamos pidiendo a todos los departamentos y sus bancadas a que nos ayuden a pensar en los grandes proyectos estratégicos nacionales; entonces, estamos esperando que nos terminen de presentar propuestas para organizarlas y priorizarlas. Queremos proyectos de impacto nacional.
Pero, es evidente que frente a lo que invirtió el gobierno de Iván Duque en el Huila, hay un bajonazo en lo que se le pretende a asignar al Huila en el gobierno de Petro, ¿qué responde?
Nosotros volvimos a hacer un cálculo. Jesús Antonio, en general, este Plan de Desarrollo incrementa en un 30% la inversión con respecto al Plan de Desarrollo pasado; es un 30% en términos reales. Yo lo que digo es que no pensemos en proyectos departamentales. Y les pongo el ejemplo: la PTAR Canoas, la planta de tratamiento de aguas residuales para el río Bogotá. A mí no me pueden decir que la PTAR Canoas es un proyecto solo de Bogotá o Cundinamarca; es un proyecto de la nación porque es un proyecto que va a permitir purificar el río Magdalena.
¿Qué decirle a quienes están preocupados por el monto de las inversiones para las regiones?
Jesús Antonio, yo les digo que pensemos en proyectos realmente estratégicos relacionados con ciencia y tecnología o aeropuertos. El tema es que miremos todo de manera articulada como vías terciarias. Por ejemplo, en muchos casos no se justifica montar una universidad nueva cuando puede haber una universidad que amplíe su sede; esa discusión es muy importante. Algunos nos piden que quieren una universidad completamente nueva y nosotros les decimos: ‘tal vez, es mejor que la Universidad Nacional monte una sede’. Ese tipo de discusiones. En materia de vías terciarias, nosotros tenemos evaluados 283.000 kilómetros de vías terciarias, pero lo que queremos hacer es consolidar vías terciarias que tengan mayores exigencias que otras; hemos priorizado 20.000 kilómetros de vías terciarias. Les estamos diciendo a las regiones: ‘mire esa vía terciaria es importante, pero es mucho más importante esta otra porque esta comunica más y tiene más impacto en términos de productividad agropecuaria y de transporte’.
¿Sirvieron para algo los diálogos regionales? ¿Qué tanto salió de ahí?
Las grandes apuestas, la del agua, vías terciarias, universidades, productividad agropecuaria, entre otras, nacieron de los diálogos en las regiones. En la página web del Departamento Nacional de Planeación hay un libro que se llama Diálogos Regionales Vinculantes y ahí están las conclusiones de todas las regiones. Yo invito a los huilenses a que visiten esta página y se den cuenta. Debo decir que en los diálogos regionales la gente no pidió bobadas y cosas chiquitas.
Uno de los ejes del Plan de Desarrollo de Petro es la economía popular, ¿esto va bien en las discusiones en el Congreso?
Sí. Lo que hubo fue unas discusiones en las que algunos congresistas decían que no se estaban teniendo en cuenta los criterios en contratación, pero yo creo que esto se aclaró bastante. Quedó claro que no se van a violentar las normas de contratación que existen. En algún momento se dijo que para las comunidades solo se permitía la mínima cuantía; fíjese que ahora las juntas de acción comunal pueden actualmente contratar por menor cuantía. Ahí la diferencia está entre menor y mínima cuantía; en menor cuantía el máximo es $1.200 millones y el máximo de mínima cuantía es $350 millones. Ya las juntas de acción comunal pueden contratar menor cuantía. Lo que se dijo, entonces, es que para caminos vecinales, placas-huella, entre otras obras, las comunidades puedan hacer contrataciones directas. Este Congreso ha sido bastante cuidadoso para que no nos saltemos las normas de contratación pública y las cuantías no sean excesivas.
¿Ve responsable entregarles plata directamente a las juntas comunales?
Eso ya existe desde antes. Jesús Antonio, en el Plan de Desarrollo se mantiene ese mismo criterio a las juntas comunales y se les abre ahora el espacio a las comunidades indígenas. La idea es que un grupo de vecinos pueda construir una placa-huella y se le hace un contrato por $200 millones o $300 millones para que trabaje en la obra, pero con ingeniería que supervise. No es que vaya a ser una locura.
¿Cuándo debe estar listo el Plan de Desarrollo?
El Plan de Desarrollo tiene que estar aprobado por ley antes del próximo 7 de mayo. Yo creo que vamos bien. En esta discusión del Plan de Desarrollo en el Congreso, los temas regionales son más importantes que los temas partidistas; siento que las bancadas se han unido alrededor de los asuntos regionales y no con posiciones de partido. Estoy optimista; creo que ya pasamos lo más difícil.
