Se abrió la carrera por la rectoría en la Universidad Surcolombiana. Comienzan a sonar los nombres de las personas que aspirarán a dirigir esta importante institución del sur colombiano. En los últimos años, la Universidad ha estado sometida a los vaivenes de las decisiones judiciales, las disputas por el poder y las determinaciones erráticas de los órganos colegiados. La pérdida del horizonte académico y humanista ha posibilitado que la Universidad sea más conocida por sus escándalos (por ejemplo, cuando en una comida se ordenaba dar varilla en medio del sonido de los platos) y por los pleitos en las altas cortes que por sus aportes académicos en el territorio. Hubo periodos de interinidad, pasaban rectores y uno tras otro, con su nuevo equipo directivo, esperaba el fallo final.
El litigio llegó hasta la Corte Constitucional que desautorizó la decisión del Consejo de Estado de anular la elección de Nidia Guzmán y abrió el camino para dejarla en el cargo y reponer el tiempo que estuvo apartada del cargo. Como sociedad debemos hacer un balance de la situación actual del alma máter, de manera que podamos comprender los problemas que no se han resuelto. Como comunidad académica es importante insistir en que quienes lleguen a la dirección entiendan el significado de la palabra universidad: la universidad como una comunidad diversa en la que se puede argumentar libremente sin que hayan retaliaciones; la universidad como una comunidad que no reproduce valores como la violencia, el autoritarismo, el acoso, la corrupción; la universidad como centro de pensamiento que no obedece servilmente a los poderes políticos, económicos y del mercado; la universidad como un entorno que cuida a las personas que la constituyen, que promueve el desarrollo del intelecto, de la investigación y de la cultura.
Nos merecemos directivos con un recorrido intelectual destacado, que hayan desarrollado obras de pensamiento con impacto en la sociedad y en el mundo académico y con un verdadero compromiso ético y democrático. En la historia de los rectores en América Latina figuran nombres como Andrés Bello y Gerardo Molina. Actualmente, el rector de la Universidad Nacional de Colombia es Leopoldo Múnera, destacado pensador en las ciencias sociales. En sus alocuciones, Múnera ha insistido en la necesidad de transformar la universidad en medio de un diálogo permanente con su comunidad. Es momento de ser más exigentes con quienes aspiran a un cargo de tan alta dignidad e importancia.