La emoción, tensión y drama de novias de Colombia y Estados Unidos que buscan el atuendo ideal para la noche más importante de sus vidas llega nuevamente a Discovery Home & Health, esta vez con la conducción de la huilense Claudia Bahamón.
En 18 capítulos el reality Vestido de Novia mostrará las historias de mujeres colombianas y americanas que buscan el traje ideal y quienes tendrán que enfrentar toda serie de obstáculos para encontrar el vestido perfecto.
Esta producción se estrenó el 30 de noviembre y se seguirá emitiendo cada miércoles a las 10:00 de la noche.
La talentosa presentadora opita habló con LA NACIÓN sobre este nuevo proyecto de televisión internacional.
¿Cómo es la experiencia profesional ahora desde Discovery Home & Health?
Estoy súper contenta de estar por primera vez con Discovery Home & Health, en un programa en el que no pensé que pudiera soñar tanto. Cuando estuve con esas 18 novias colombianas entendí que esa ilusión perdura en el tiempo y me parece súper bonito que todavía las mujeres tengamos esa ilusión de llegar con el vestido más precioso a jurarnos amor eterno con el hombre de nuestras vidas.
¿Cómo llegó a este proyecto?
A mí me llamó Juan Maldonado, que es un colombiano que trabaja como productor para Discovery Home & Health. Él me contó que cuando le preguntaron por quién podría presentar el programa, pensó en mí porque es un reality que involucra mucho a las personas; necesitaban a alguien que pudiera acercarse a las participantes, que pudiera ser su cómplice en un momento tan importante, que se sensibilizara frente a este tema, y pues yo creo que soy así y todo Colombia me conoce y se ha dado cuenta que no tengo distancias con nadie.
¿Y cuándo salió a flote esa sensibilidad de Claudia durante el programa?
Desde el primer día, con la primera novia, yo sentía que era mi mejor amiga y que tenía que acompañarla hasta su última prueba del vestido. Y creo que eso era lo que estaban buscando, una presentadora que fuera cercana, fresca, amiga y cómplice. Yo me llevé 18 amigas para mi casa y 18 nuevas familias.
¿Le hubiera gustado tener toda esa asesoría cuando se iba a casar?
Claro que sí. Obviamente yo tuve una muy buena asesora que fue quien me diseñó mi vestido, María Elena Villamil; pero no tuve ese “parche” tan maravilloso de ir y medirse mil vestidos.
Cuando yo estaba pequeña no soñaba una boda como la que sueñan casi todas las mujeres del mundo, de casarse como unas princesas. De hecho, ni siquiera usé tacones en mi boda y en lugar de velo usé una pañoleta, lucí un cinturón medio rockero, de manera que cuando llegué al programa y vi toda esa magia e ilusión sentí que me quería volver a casar con Simon (risas).
¿Entonces, recuérdenos cómo eligió su vestido de novia?
Yo fui donde la diseñadora y le dije cómo quería mi vestido, y así lo confeccionó; muy precioso. Pero nunca me medí 25 vestidos. ¡Quiero casarme otra vez!
¿En el reality encontró novias parecidas a usted en ese momento?
Hubo un par de novias que dijo que no se quería casar como una princesa. Ellas querían ser unas novias diferentes, pero yo les decía que por favor no cometieran el error que yo cometí. Ese es el único día de nuestras vidas que podemos ser princesas.
¿Por qué cree que a las mujeres les parece tan mágico el día de sus bodas?
Creo que vimos demasiada televisión y leímos muchos cuentos de hadas (risas). Yo creo que eso es algo muy cultural, pero a nivel mundial; esa es una ocasión muy especial porque es el único día en el que nadie es más importante que nosotras.
¿Y por qué sienten la necesidad de probarse tantos vestidos?
Porque las mujeres somos muy caprichosas. Así encontremos el vestido con el siempre hemos soñado, que se ajusta a nuestros gustos, pero queremos estar seguras de que elegimos el mejor.
Y en el programa vamos a ver este comportamiento, no solo por gusto de la novia sino por las opiniones de sus acompañantes que al final terminan por incidir en la decisión.
¿Qué hace interesante al programa?
Es un programa en el que se tocan las fibras de las emociones más intensas de las mujeres, como lo es el día de la boda. Y es que el reality no solo se trata de encontrar el traje perfecto; cada novia tiene una historia que hace que esa escogencia del vestido tenga un giro y hasta un punto de quiebre.
¿Qué historias interesantes encontró?
Por ejemplo, en el primer capítulo vimos un caso que me rompió el corazón. Llegó una chica con una mamá súper simpática que quería ver a su hija como una novia sexy y moderna, mientras que el papá la quería ver recatada, como la princesa que soñó. Yo veía con extrañeza que lo que decía el señor era “palabra de Dios” para ella, pero al final entendí que era porque el papá está desahuciado. Y como ese caso muchos otros que nos van a hacer conmover.
¿Por qué los colombianos tienen que ver Vestido de Novia?
Porque es un formato que no se ha visto en el país, y sobre todo porque es un reality en el que no hay guerras ni competencias, por el contrario está lleno de mucho amor.