Tatiana Parra Tejada es una joven de 23 años de edad, oriunda del corregimiento de Criollo de Pitalito, que fue elegida presidenta de la Junta de Acción Comunal, en donde habitan familias cafeteras y alfareras. Esto le abrió unas puertas increíbles, dijo de tal manera que su proyecto de vida es llegar a ser Presidenta de Colombia. Esta es su historia.
Hernán Galindo
Para Tatiana Parra Tejada, ser lideresa en su vereda y la presidenta de ASOJUNTAS en el corregimiento de Criollo de Pitalito, una zona rural del valle de laboyos en la que habitan unas 10.300 personas, todas con vocación agrícola, especialmente caficultoras, se ha convertido en un proyecto de vida.
Esta joven, que al llegar como observadora a una elección de la Junta de Acción Comunal en su vereda, se encontró con la propuesta que fuera la presidenta, reto que no dudó en aceptar; tenía tan solo 20 años de edad. Y aunque en su familia no hay políticos, si recuerda cómo desde el colegio tiene esa vocación por el liderazgo, fue personera estudiantil.
Han pasado tres años y ahora a sus 23 años de edad con algo de experiencia y con más formación académica, está por terminar su carrera como ingeniera ambiental de la Universidad Corhuila sede Pitalito, cursa noveno semestre, con formación como técnico ambiental del Sena, considera seriamente hacer una carrera política.
“Creo que desde muy pequeña en mis venas en mi sangre está ese hilito de liderazgo, desde el colegio fui personera y fui creciendo y seguía como con ese tema y un día tuve la oportunidad de ser presidenta de la Junta de Acción Comunal; era muy joven porque recibí a los 20 años, no tenía mucho conocimiento, pero me dije: quiero enfrentarme, quiero ver qué pasa y realmente agradezco a Dios todos los días porque desperté y dije en mi casa cuando vuelva voy a ser la Presidenta de Colombia”, expresó con seguridad.
Continuó su relato para poner en contexto cómo desde el sector rural con trabajo y dedicación si se puede realizar un sueño a través de un proyecto de vida.
“Yo también soy presidenta de la Asociación de Juntas del corregimiento de Criollo, que está conformada por 20 veredas. Somos el segundo corregimiento más grande de Pitalito, un fuerte productor de café, de arcilla, de ladrillo y por supuesto emprendedores”, agregó Tatiana.
Se define como una niña campesina, egresada de un colegio rural, de la Institución Educativa Municipal Criollo, esa niña campesina a la que le gusta la danza, el liderazgo, pero a la que también le negaron muchas oportunidades.
“Porque a los jóvenes rurales, a los niños rurales se les abren las mismas puertas de los niños que se encuentran en el sector urbano y por eso desde muy pequeña he venido sembrando esa semillita de empatía, pero también de que tenemos que sentar un precedente y seguir mejorando las cosas para abrirle puertas a los que vienen atrás mío”, indicó.
La familia
A Tatiana la marcaron en su vida su terruño y su familia, dijo esta hija de un alfarero y una agricultora con una hermana que es estudiante.
“Mi papá Arnulfo Parra, hace ladrillos, es alfarero tradicional; mi mamá Olga Tejada es agricultora, una guerrera en la vida y lo mejor es que nos infundieron buenos principios y valores, a mi hermana Dayana y a mí”, relató. “En mi casa se hacen ladrillos, de eso hemos vivido, es la principal fuente de ingresos”, agregó.
Como buena creyente, piensa que ha sido Dios realmente el que la puso en este camino y le pide que le muestre para qué está lista, o qué le tiene en el futuro, que cada día le vaya mostrando un poquito más de ese camino, sostuvo.
Tatiana Parra, con base en esa formación, cree que puede hacer carrera en la política; “Creo que soy una mujer de valores y de principios que sí puede llegar a hacer un buen trabajo y a marcar esa diferencia en las comunidades. Me gustaría ser concejala; lo he puesto en manos de Dios y si esa es la voluntad de él para las próximas elecciones nos veremos en una contienda electoral muy fuerte”, reflexionó.
Esta mujer destacada por la Asamblea del departamento como una de las mujeres del 2024 en el Día de la Mujer, algo premonitorio fue ese día de febrero de 2020 cuando le ofrecieron ser la presidente de la Junta de Acción Comunal.
“Queremos que Tatiana sea la presidenta y ese día se me iluminó una luz y dije, pues sí me gustaría ser la presidenta y desde ese momento inicié trabajando muy duro y de manera constante, estoy sembrando y dejando una huella que es recuperar la credibilidad en los presidentes de las juntas”, destacó.
Sostuvo que si en una comunidad nada es fácil, si no es fácil en la casa, que son cuatro o cinco personas, en una comunidad tan grande como lo es el corregimiento, pero cree que está sembrando una huella en ellos y es de creer en los presidentes.
“En Criollo, tenemos alrededor de 10.300 habitantes o un poquito más, somos un corregimiento muy afortunado, acá lo que usted siembra se da, si siembra café se le da café, si siembra maíz se le da maíz y siembra frijol se le da frijol, entonces, esa es una ventaja que tenemos, pero también tenemos el sector de la minería y de la industria ladrillera que generan un gran porcentaje de trabajos, de mano de obra directa e indirecta a nuestro corregimiento”, agregó la joven emprendedora.
Trabajo por el terruño-Presidenta
Una de las misiones de Tatiana, además de liderar procesos comunitarios en la vereda Criollo, es orientar y jalonar emprendimientos, otro de los pilares de la economía local.
“Los emprendedores tenemos muchos viveros que de paso le dan otro plus a nuestro corregimiento y para ese lado se proyecta la gran industria del municipio de Pitalito. Tenemos unas fincas muy muy bonitas, como en la vereda La Castilla, la finca de don William González, muy bonita, una finca agro turística en donde su nieto, que es un niño de 8 años está haciendo el recorrido y es catador, todos muy cordialmente invitados para que también conozcan nuestro corregimiento somos estrella vial conectamos con el corregimiento de Bruselas, con el municipio San Agustín e Isnos. Las puertas están abiertas”, dijo.
No puede dejar de lado los problemas que aquejan a su comunidad y tiene que ver con las vías que en el caso de esta zona rural en su mayoría son vías terciarias.
“Como en todas las comunidades el tema de las vías es muy olvidado y realmente mi corregimiento tiene en su gran mayoría vías terciarias y la maquinaria del municipio nunca da abasto para llegar y desafortunadamente tenemos que esperar que se venga la época del invierno, que se vengan a los derrumbes, para empezar a mejorar las vías”, añadió.
Y manifestó que otra de las necesidades latentes es la del mejoramiento de la infraestructura de las escuelas. Para ella es triste ver cómo los niños tienen que estudiar en salones donde la pintura ya se está cayendo, el techo tiene goteras, el mobiliario no es nada útil. Esto la mueve a trabajar por las nuevas generaciones, siendo ella muy joven.
“Creo que hay que concentrarnos mucho en esta generación que está creciendo y hay que impulsarlos un poquito más, no tenemos escuelas de formación en nuestro corregimiento, aparte del fútbol, hace unos días lo manifestaba es que no a todos nos gusta el fútbol, otras preferimos la danza, el teatro, entonces, es muy importante también que se abran esos espacios para las comunidades rurales”, exigió.
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Las mujeres ganan espacios
Participar de un reconocimiento como mujer lideresa, para Tatiana Parra es motivo de reflexión frente al papel de la mujer en estos tiempos en los que, si bien se han ganado espacios, falta mucho por hacer y por ganar. En el caso del Huila, existen mujeres en la política y en la administración, tanto en lo público como en lo privado, pero no son suficientes en número, cree.
Destaca el papel de la presidenta de la Asamblea del departamento que como ella salió desde su lugar de nacimiento para abrir espacios a la mujer huilense, también las alcaldesas y las concejalas.
“Es una tarea que como mujeres tenemos y acá lo decíamos a veces entre mujeres nos damos un poquito duro, entre nosotras mismas, pero es algo que tenemos que dejar a un lado y empezar a apoyarnos porque yo creo que si las mujeres nos ponemos de acuerdo, sacamos concejalas, alcaldesas, gobernadoras, diputadas, lo que nosotras queramos, nos falta es un poquito más de unión y solidaridad”, comentó.
El futuro para Tatiana Parra está ligado a su trabajo actual y la concentración en sus estudios que le abrirán otros espacios. “Mi corazón está muy enfocado en la universidad, en los estudios y en los proyectos que tengo hacia el futuro, eso es lo realmente importante en este momento de mi vida”, expresó la laboyana.
Sostuvo que hay que darle prioridad a los espacios que en este momento le abre la vida. En este momento lo está pensando, está disfrutando el día a día de ser lideresa, estudiante, hija, hermana y ya más adelante, Dios mirará si le tiene para un cargo tan importante como es ser madre o no, sumó Tatiana.
A manera de mensaje finalmente envió una reflexión a las mujeres, a los jóvenes a esos seres que como ella tienen la misión de cambiar este país: “Debemos concentrarnos en lo verdaderamente importante; hoy los jóvenes nos estamos desviando del camino y por vivir el presente estamos arruinando nuestro futuro porque el presente no es estar en fiestas, no es estar en las calles, en lugar de eso debemos más bien como mujeres estar construyendo actividades de liderazgo que nos ayuden a empoderarnos y que derribemos esas barreras que hoy nos limitan, que sembremos semillas de esperanza, de amor, fe y empatía con nosotras mismas”.