El exiguo crecimiento del PIB en 2023 mostrado por el DANE en 0.6% frente al año anterior, que nadie esperaba a pesar de que en cada trimestre las señales sí lo anunciaban, puso al país a plantear soluciones inmediatas a nivel de “Plan de Choque” para el que la gestión pública es absolutamente necesaria lo cual no parece tener respaldo en las acciones del gobierno. La caída de sectores clave en empleo como construcción (-4.2%), la industria manufacturera (-3.5%) y Comercio (-2.8%), por la que el Huila debe estar doblemente preocupado pues Construcción y Comercio son sectores de mayor presencia del PIB departamental e influyen enormemente en el empleo, definen la magnitud del problema.
Hay varios mensajes en este informe del DANE: En primer lugar, ya en su mayoría, los resultados provienen de la gestión del país y no como consecuencia de la pandemia lo cual debe quedar muy claro al decidir por soluciones. Esto se comprueba con dos ejemplos del mismo DANE: Varios países citados por su directora como Costa Rica, México y España crecieron más que Colombia al cuarto trimestre de 2023.
Segundo, esta baja de la actividad económica estuvo alentada por una caída de la inversión del 24.8%, de las peores en los últimos años y como consecuencia de la incertidumbre que nos acompaña desde el 2021 y que se ha acrecentado con el fracaso de las negociaciones de paz que no invitan a invertir en donde los riesgos no del negocio sino del inversionista son muy elevados. Las conversaciones de paz siguen mientras el orden público cada vez se deteriora más.
Ya el gerente de la Federación de Cafeteros relataba la situación de los cafeteros del Huila frente a la extorsión calificándola como una “nueva roya”. ¿Cómo atraer inversión en tales condiciones? La situación es tan grave que la ANIF demostró que, si se elimina el resultado del sector público, hay que reconocer que el país cayó en recesión. Para empezar a atender esta realidad, el gobierno debe aumentar su ejecución presupuestal orientada a la inversión (infraestructura, por ejemplo) que fue de tan solo 70.5% en 2023. Pero Lo que acaba de presentarse como un borrador de proyecto de Ley que establece funciones al presidente para decidir la aplicación de las vigencias futuras es contrario a lo exige el momento. ¿Con quién hacer el plan de choque? Es urgente resolver la capacidad de gestión de sus ministros y demás ejecutivos y no solo depender de la Sarabia, al parecer, la única que sabe interpretar al presidente lo cual muestra otro de sus problemas: No conformar equipos de trabajo. Yo pienso que no le interesa y la Sarabia lo sabe.
¿Cuánto más nos demoraremos solucionando lo que no da espera y, tal como lo plantean los gremios requiere el concurso de todos los colombianos?