A estas alturas de lo que va corrido con las negociaciones (gobierno-guerrilla) en La Habana- Cuba sobre la terminación del conflicto armado o proceso de paz en Colombia, surge el cuestionamiento del porqué la Academia ha sido tan pasiva ante y con las organizaciones de la sociedad civil, organizaciones públicas y del sector solidario, ONGs, fuerzas militares, líderes y expertos en derechos humanos y derecho internacional humanitario, iglesia, medios de comunicación; en propiciar y estructurar aportes al proceso de paz y a cada uno de los ejes temáticos (desarrollo agrario y tierras, participación política, desmovilización y fin del conflicto, lucha contra el narcotráfico, reparación y verdad de víctimas). Es decir, las universidades se quedaron cortas en promover encuentros (locales, nacionales e internacionales) para debatir cada eje temático, en impulsar con sus grupos de investigación interdisciplinarios producción sobre el tema, se han privado de publicar sus aportes en artículos especializados o de resultados de investigación, no han creado espacios virtuales o con el acompañamiento de las TICs para que su comunidad académica participe y se generen importantes insumos que contribuyan en lo que están abordando los negociadores. No olvidemos que tenemos un contexto propio para profundizar sobre justicia transicional, en debates académicos internacionales sobre conflicto y posconflicto, desarrollo de las negociaciones de la Habana y, lo más importante, el escenario propio de un posconflicto. Es aquí donde se requiere el liderazgo de la academia. Por ello, la Universidad Cooperativa, con el impulso del Rector Nacional ha dado instrucciones precisas a sus 18 sedes, más de 50.000 estudiantes, egresados, totalidad de grupos de investigación, miles de docentes y administrativos para que con el concurso y vinculación de opción Legal, Acnur, superintendencia de Notariado y Registro, Instituto Interamericano de DDHH y de DIH, Incoder, Justicia Penal Militar, Escuela de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, Banco Mundial, Centros de Pensamiento de partidos políticos, Sindicatos, OIT, Ministerio de Justicia y del Derecho y demás instituciones que se sumen en las regiones se formalicen estos espacios académicos permanentes denominados “reflexiones para la paz” en los cuales se integren diferentes actores en el ámbito nacional e internacional para evaluar, analizar y desarrollar los ejes centrales de las negociaciones de la Habana con el fin de presentar aportes desde la academia y la sociedad para tratar la trascendencia del conflicto y posconflicto. Bienvenida la academia.