La Cámara de Representantes aprobó la reforma laboral, que pasa al Senado para su respectivo trámite, y los opositores siguen metiendo “miedo” (palabra preferida de ellos) con el cuento que van a acabar con las empresas. Lean la reforma laboral, pero sin odios, y se darán cuenta que el objetivo es dignificar el trabajo. Sí. Busca es que las empresas paguen lo que justamente debe recibir un trabajador; es recuperar lo que gobiernos anteriores les quitaron a los trabajadores, como el pago justo de los recargos; es lograr que el trabajador esté incentivado en la empresa, porque que le están pagando lo justo. Es que el Gobierno lo que está haciendo es cumplir con lo pactado con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Los convenios que tiene Colombia con la OIT, que vienen de años atrás, son para que el trabajo decente sea una realidad. ¿Y qué es trabajo decente? Pues que el trabajo se remunere justamente, que haya seguridad en el empleo y que haya protección social; además de otras políticas, como que los trabajadores por aplicaciones tengan mejores reglas laborales. ¡Ojo! Y fue en el gobierno de Juan Manuel Santos que metieron a Colombia en la OCDE, y eso implicaba que el país cumpliera con estándares laborales que fortalecieran los derechos de los trabajadores. Y eso es lo que está haciendo el Gobierno.
El Gobierno está haciendo lo que no fueron capaces de hacer gobiernos anteriores y que ya estaba pactado. Y a pesar de que el Gobierno quiere avanzar en trabajo digno para el campesino miren lo que pasó en la aprobación de esta reforma en la Cámara de Representantes: 82 congresistas, de Cambio Radical, Centro Democrático, Partido Verde y otros, hundieron artículos que protegían y dignificaban a los trabajadores del campo; que el trabajador campesino se ganara, al menos, un salario mínimo. Julio César Triana y Luz Pastrana, del Huila, apoyaron ese atraco al campesino. Y Katherine Miranda, del Partido Verde, que también participó de este despojo, salió a sacar pecho por haber logrado que con la reforma se pague un salario mínimo a los médicos que hagan internado. ¡Pues se lo merecían los trabajadores del campo! Porque los campesinos sí son población ¡vulnerable! y merecen protección especial, como lo ha ordenado incluso la Corte Constitucional. Pero esos congresistas clasistas, desconociendo el Estado Social de Derecho y lo ordenado por la Corte, dieron la espalda a los campesinos y los dejan desprotegidos. ¿Es decente lo que hicieron en contra de los campesinos?