La Nación
Reformar las instituciones… ¿Y las personas? 1 7 septiembre, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Reformar las instituciones… ¿Y las personas?

La Unidad Nacional de Protección (UNP) se creó bajo el Decreto 4065 del 2011, va para trece años, y su objetivo claro “es articular, coordinar y ejecutar la prestación del servicio de protección a quienes determine el Gobierno Nacional” (…). Pero desde hace unos años viene de escándalo en escándalo en los cuales están involucrados escoltas, militares, comerciantes, sindicalistas, grupos armados ilegales… Toda una cadena de corrupción en la cual se utilizaban camionetas para trasportar cocaína, para fuga de presos y tráfico de armas; se ofertaban esquemas de seguridad al mejor postor; se prestaban para el despojo de tierras.

Es que no olvidemos que uno de sus antiguos directores, que venía del gobierno anterior, llamado Ronald Rodríguez, fue puesto a preso por hacer parte de un cartel de corrupción que se dedicaba a transportar droga. Pero hace unos días quedó libre por el famoso “vencimiento de términos”; es decir, la justicia no tuvo la diligencia de iniciarle el juicio en los tiempos que establece la ley. Por eso el hombre sale libre, pero ligado al proceso… Y a larga, eso quedará impune. Pero, bueno.

El último escándalo de la famosa UNP, es que una caravana de siete vehículos de esa entidad, que iba por Antioquia, fue detenida en un retén y se encontró que transportaba a 18 personas de las disidencias de las Farc. Pero sólo seis de ellas estaban autorizadas para viajar en esos carros como protegidos ¿Y los otros por qué iban ahí? Pero además se encontraron armas, oro, dólares y 100 millones de pesos. ¿Debe acabarse la UNP? No. ¿Se debe reformas la UNP? Sí, claro. Porque en este país de violencias sistemáticas debe haber una protección efectiva para quienes sí lo necesitan. Es que existen hasta denuncias de sicariato en esa entidad. ¿Pero qué pasa si se reforman las instituciones y no se reforman las personas? Miren, por ejemplo, se reformó la Constitución y con ellas se reformaron las instituciones, pero el punto es ¿por qué seguimos con la misma degradación política y social?

Es decir, ¿por qué hay servidores públicos que quieren vivir como mafiosos y no como servidores públicos? ¿Por qué hay ciudadanos que adoptan la ilegalidad, la criminalidad, como un “estilo de vida”? Pueda que en formar ciudadanos honestos esté fallando la familia; que esté fallando el sistema educativo; que estén fallando los medios de comunicación; que esté fallando el mundo del “entretenimiento”. Sí. Pero también puede ser que ese ciudadano mande a la mierda todo lo que trata de educarlo como un ser honesto… Y quiera vivir como mafioso. Entonces, ¿qué hacer?