El gran debate que deberá copar las negociaciones de paz que continuarán en Cuba, El gran debate que deberá copar las negociaciones de paz que continuarán en Cuba, estará centrado en la participación en política de las Farc y las garantías para ejercerla. Este será un paso definitivo para un eventual acuerdo que ponga fin al conflicto armado. OSLO, AFP La incorporación de las Farc al juego político es una condición para la paz y una de las claves de las negociaciones que comenzaron el jueves en Oslo, y continuarán a partir del próximo 5 de noviembre en La Habana, Cuba. La participación política, así como las garantías para ejercerla, figuran en primer orden entre los cinco puntos de la agenda básica junto con el desarrollo agrario, el narcotráfico, el desarme y los derechos de las víctimas. De acuerdo con el cronograma, estos temas centrarán las negociaciones a partir del 15 de noviembre. “Las Farc tienen que dejar las armas, hacer política y ganar las elecciones” para plantear su programa, afirmó el jefe de la delegación gubernamental, Humberto de la Calle, durante el acto de lanzamiento de la negociación de paz celebrado el jueves en Noruega (país garante del diálogo junto con Cuba). Pero según analistas, el salto de las Farc a la palestra política es la única manera de enterrar el conflicto y no tiene por qué quedar para el final, pues puede hacerse a la par que se negocia. Acuerdo paralelo “Crear un partido político o movimientos sociales o sindicales, y que se integren lo antes posible (…) puede hacerse de forma paralela a la negociación”, declaró Eduard Vinyamata, experto en resolución de conflictos. Ese partido- explicó- estaría integrado por miembros de la guerrilla que no estén acusados de delitos de lesa humanidad y su formación debería ir precedida “por un alto el fuego, aunque fuese unilateral”, para contar con credibilidad entre los sectores ciudadanos más reticentes. “Pueden integrarse en la Marcha Patriótica, o hacerlo de otra manera, ellos deciden” pero deben reinsertarse, apuntó el analista. De hecho, la Marcha Patriótica anticipó que los guerrilleros podrán hacer parte de este movimiento si dejan las armas. Garantías Por su lado el gobierno debe dar garantías de que cualquier partido político puede empezar a funcionar dentro de las instituciones” sin correr peligro. Las Farc quieren garantías, aunque dan a entender que dejan la cuestión de la participación política para el final. El propio Timochenko, jefe de las Farc, fue claro: El gobierno debe proteger los “derechos y garantías para el ejercicio de la oposición política en general, y en particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del acuerdo final”. La reinserción “es posible y necesaria”, insistió Vicenç Fisas, experto en estudios sobre paz por la Universidad de Bradford, en el Reino Unido. Alternatividad “Que se reinserten no presupone que vayan a la cárcel, al menos en esta fase, considera. Hay que encontrar otro mecanismo, “aunque esto no guste a las víctimas (…) es el precio que hay que pagar”, pero en cambio “tienen que pedirles perdón”, señala. La ley de alternatividad penal y el marco jurídico para la paz serán definitivas para facilitar la reinserción política como ocurrió en el pasado. “Lo importante es establecer un proceso de reconciliación, resarcir a las víctimas, devolver la dignidad”, añade Vinyamata, pero “las dos partes”. La reinserción puede pasar por los tribunales, pero no ahora. “Primero es el proceso de reconciliación y al final, cuando todo esté acabado se puede juzgar a quien corresponda, de momento se necesita una moratoria”, apuntó Vinyamata. Jan Egeland, director para Europa de Human Rights Watch y enviado especial de la ONU para Colombia entre 1999 y 2002, insistió al comienzo de esta semana en que “no puede haber impunidad para los crímenes serios”. “Que las partes se perdonen la una a la otra por los crímenes de guerra” es una de las cuestiones que pueden trabar el proceso de paz, junto con la falta de confianza entre ellas. Esta falta de confianza puede ser un escollo para la reinserción política. En el pasado hubo situaciones “en que el gobierno lo utilizó como un engaño” y esto hizo que las Farc “no se fiaran”, recuerda Vinyamata. El salto de las Farc a la palestra política es la única manera de enterrar el conflicto.