LA HABANA (AFP) – Cuba no espera nuevas sanciones de Estados Unidos ni tampoco un mejoramiento en la tensa relación bilateral cualquiera sea el vencedor de las elecciones presidenciales de noviembre, el demócrata Barack Obama o el republicano Mitt Romney, según analistas cubanos. LA HABANA (AFP) – Cuba no espera nuevas sanciones de Estados Unidos ni tampoco un mejoramiento en la tensa relación bilateral cualquiera sea el vencedor de las elecciones presidenciales de noviembre, el demócrata Barack Obama o el republicano Mitt Romney, según analistas cubanos. “En campañas electorales presidenciales norteamericanas anteriores los candidatos competían por ver quién tenía la posición más dura y belicosa (hacia Cuba). Eso ya no sucede”, declaró a la AFP el académico Carlos Alzugaray, del Centro de Estudios Hemisféricos de la Universidad de La Habana. Obama ha facilitado desde 2009 ciertos intercambios con Cuba, mientras Romney prometió reforzar las sanciones a La Habana, pero no mencionó el tema esta semana en Miami y escogió como compañero de fórmula a Paul Ryan, un crítico del embargo a la isla vigente desde 1962. “Paul Ryan es uno de los políticos republicanos de más consistente voto en contra del embargo estadounidense a Cuba, desde que arribó a la Cámara de Representantes”, dijo el analista cubano Arturo López-Levy, de la Universidad de Denver (Colorado, EE.UU.). Indicó que los anticastristas de Miami esperaban que Romney escogiera como compañero al senador cubanoamericano Marco Rubio, lo que pondría a Cuba en la agenda de la campaña y de un eventual gobierno republicano. Sin embargo, “Romney considera que tiene a la mayoría del electorado cubanoamericano de su lado, y que puede capear este temporal”, afirmó López-Levy en un artículo. Romney prometió en enero reforzar las sanciones económicas al régimen comunista de la isla, pero no mencionó el tema en un acto electoral en Miami esta semana, a pesar de que buena parte de la audiencia era cubana. “Es difícil que la presencia de Paul Ryan en la fórmula lo haga a (Romney) adoptar una posición todavía más negativa” hacia La Habana, dijo Alzugaray. Estados Unidos y Cuba carecen de relaciones diplomáticas desde 1961, pero Obama ha flexibilizado los viajes y el envío de remesas a la isla (llegan más de 2.000 millones de dólares al año), así como los intercambios deportivos, culturales y religiosos. Estados Unidos es ahora el séptimo socio comercial de Cuba, con 400 millones de dólares de intercambio en 2010, y el pasado 13 de julio el barco “Ana Cecilia” inició un servicio regular de carga entre Miami y La Habana, el primero en medio siglo. Ahora también hay vuelos diarios entre los dos países. Si Obama es reelegido, puede que decida “otros cambios que vayan más allá de lo hecho hasta ahora”, pero no implicarían “seriamente modificar” la política hacia Cuba, dijo Alzugaray. Por su parte, el analista Esteban Morales destacó que “ha sido Obama el presidente que más ha beneficiado a la masa popular de los cubanos (de la isla y de Miami) con sus medidas de remesas, paquetes, viajes y facilidades de todo tipo”. Afirmó que los propios cubanoamericanos no desean tener restricciones de Washington para visitar o enviar dinero a sus familias en Cuba, como las que impuso George W. Bush (2001-2009). “Ya no es (…) fastidiar a la gente (cubana) con tal de afectar al régimen de Fidel Castro lo que da los votos masivos en Florida. Eso ya pasó a la historia”, dijo a la AFP Morales, ex decano de Humanidades de la Universidad de La Habana. Hay otros temas que interesan al electorado hispano en Estados Unidos, como la reforma migratoria y el seguro médico, y la ausencia del tema cubano en la campaña refuerza las señales de que no habrá cambios en la política hacia Cuba después de la votación del 6 de noviembre. “Si el embargo ha sobrevivido (…) es precisamente porque Cuba no es una prioridad de los votantes ni de los intereses más poderosos”, resumió López-Levy.