Alegando razones personales, Eduardo Pastrana Bonillla dimitió protocolariamente. Diferencias con miembros del Consejo Superior, precipitaron la decisión. Alegando razones personales, Eduardo Pastrana Bonillla dimitió protocolariamente. Diferencias con miembros del Consejo Superior, precipitaron la decisión. RICARDO AREIZA LA NACIÓN, NEIVA El ingeniero Eduardo Pastrana Bonilla renunció intempestivamente a la rectoría de la Universidad Surcolombiana, al parecer, por divergencias sostenidas con algunos miembros del Consejo Superior. La dimisión fue presentada el lunes pasado argumentando esta vez razones personales, confirmó el propio Pastrana Bonilla sin dar más explicaciones. El funcionario admitió que las diferencias se han venido presentando desde el año pasado principalmente con el médico Carlos Alberto Celis Victoria, representante del Presidente de la República y con los delegados de los egresados Karol Martínez y de los estudiantes, Edwin Adrian Sánchez. El galeno, sin embargo, se abstuvo de precisar los alcances de los enfrentamientos. “Ahí están las actas de las reuniones, donde se dejaron constancias. El tema deberá examinarse en la sesión ordinaria del Consejo Superior, convocado para el 25 de enero”, explicó a LA NACIÓN. Las razones El último choque verbal se registró el 14 de diciembre pasado por la inasistencia de Pastrana Bonilla a un consejo superior, por fuerza mayor. Este fue el detonante que precipitó un mes después la sorpresiva renuncia. “Considero que la palabra y los deseos de quien representa al Presidente de la República corresponden a más que una orden, por lo tanto, ante usted y por su intermedio ante el Consejo Superior presento renuncia al cargo de Rector de la Usco en espera que se cumpla su sueño para que los propósitos de la misma que usted enarbola se consoliden bajo otra dirección que permitan que los altos intereses del Estado con todos sus mecanismos se instauren plenamente en la institución”, expresa la misiva. Copias del documento fueron enviadas al presidente Juan Manuel Santos, a la ministra de Educación, María Fernanda Campo, a Luis Enrique Arango, presidente del Sistema Universitario Estatal y al congresista Silvio Vásquez. A medio camino La inesperada renuncia se registra en la mitad del periodo para el cual fue elegido en consulta estamentaria realizada el 11 de marzo de 2010 para un periodo de cuatro años. La elección puso fin a un largo periodo de interinidad que dejó ocho rectores en dos años, afectando el plan de desarrollo institucional, poniendo en vilo la gobernabilidad y la judicialización de los procesos de representatividad. El académico alcanzó 3.219 votos (el 54,309 por ciento), seguido por Aura Elena Bernal con 1.915 (el 30,544 por ciento) y Nelson López el 9,564 por ciento con 503 votos. El Consejo Superior Universitario lo escogió el 19 de marzo y lo posesionó ese mismo día poniendo fin a la crisis de gobernabilidad. Su elección representó un alivio en medio de la interinidad y la polarización al interior de la institución. Un retroceso Ante la renuncia, el Consejo Superior Universitario, deberá definir el viernes de la próxima semana, en reunión ordinaria, si la acepta o no. “De confirmarse, la renuncia es grave porque colocaría a la Usco en una nueva interinidad. Independiente de la gestión, la renuncia, de ser aceptada por el Consejo Superior, equivaldría a designar un encargo y convocar nuevas elecciones, lo que terminaría afectando el desarrollo institucional”, expresó el ex rector Edgar Machado, miembro del organismo directivo. El académico señaló que Pastrana Bonilla desde su posesión logró restablecer la normalidad institucional y le dio continuidad a los programas que se encontraban estancados. Sin embargo, repetir el proceso provocaría una nueva interinidad, lo que sería un retroceso”, explicó Machado. Inconveniente “Sean cuales sean las razones de la renuncia, esta vez por una decisión personal, afecta la gobernabilidad y la institucionalidad, situación que tendrá que examinar con mucho tino para evitar una nueva etapa de incertidumbre, como se vivió en los últimos diez años, afirmó Efraín Hoyos Galindo, representante de los decanos. “Un nuevo proceso eleccionario- agregó- es altamente inconveniente para la universidad”.