La Alcaldía de Garzón, en cabeza de su alcalde Francisco Calderón, ha puesto en marcha una serie de medidas para contribuir a la seguridad de este municipio del centro del Huila. Entre otras, ha promulgado los decretos 030 y 060 de 2024 dirigidos a prohibir el porte y consumo de sustancias alucinógenas en parques y áreas públicas, el porte de armas traumáticas y la circulación de menores de edad en las calles.
“Me preocupa muchísimo el tema de la seguridad. Hay un alto porcentaje de participación de menores en actos delictivos y, según la estadística, más del 90% y los casos de desorden de convivencia ciudadana en espacios públicos en altas horas de la madrugada. Además, porque en el decreto también va algo adicional que es la prohibición del porte de armas traumáticas en todo el territorio del municipio de Garzón. Es que casi el 90% de los hechos delictivos de aquí son con armas traumáticas. Lo que nosotros queremos con este decreto más allá de la prohibición y restricción es que recuperemos las familias garzoneñas la confianza en la parte social”, hacen parte de los argumentos esbozados por el alcalde Calderón.
El mandatario tiene toda la razón, primero, porque la seguridad es una de las cosas que más reclama la ciudadanía en estos tiempos. Los homicidios, las extorsiones y los atracos a mano armada, muchos de estos casos vistos casi que en tiempo real por las redes sociales, disparan además por completo la percepción de inseguridad.
Evidentemente, hay una tendencia nacional creciente relacionada con la participación de menores, adolescentes y jóvenes en hechos delictivos. Por eso mismo, es necesario implementar medidas en ese sentido, las cuales además tendrán que ir acompañadas con ambiciosos planes sociales y de aprovechamiento del tiempo libre.
El alcalde de Garzón tiene el reto ahora de conseguir que las medidas implementadas no sean flor de un día porque en últimas está en juego la tranquilidad de sus gobernados. Los demás mandatarios deberían seguir su ejemplo.