El trabajo se adelantó con la entrevista de casi 400 mujeres de las diferentes regiones del país que de una u otra forma han sido víctimas de la guerra, o un momento de masacre o desplazamiento.
Esta propuesta nace a raíz del trabajo realizado durante la última década del siglo XX, con mujeres desplazadas en la localidad de Ciudad Bolívar Bogotá, contratado por el Hospital Vista Hermosa.
Este trabajo se realizó en campo visitando comunidades de personas desplazadas por la violencia, especialmente de los grupos paramilitares, o grupos de delincuencia común (Bacrim).
La propuesta nace a raíz de un proyecto realizado durante la última década del siglo XX, con mujeres en situación de desplazamiento, en varias localidades receptoras de población desplazada en Bogotá, su objetivo era el de caracterizar a esta población.
Al final, después de la entrega del informe final, la mayoría de los integrantes del proyecto se referían a él como un producto entregado, un producto en el que jamás, se podrá entender, lo que esta población, o mejor estas mujeres, están sintiendo. No se ha construido en ningún informe sobre mujeres desplazadas su partitura emocional.
Dentro de este grupo de mujeres se encuentra las viudas de los concejales de Rivera, quienes entregaron su testimonio para que entrara a hacer parte de toda es compilación de historias de vida, que pudieron ser vistas durante los actos conmemorativos, que fueron organizados por la Fundación Sonrisas de Colores.
La obra fue escrita y dirigida por Édgar Martínez con las coreografías y planimetrías de Margareth Arias.
La historia
La obra está propuesta con el formato de monólogos cruzados, cada monologo tiene que ver con una historia y lo realizan 5 mujeres, buscando en cada una de ellas algún perfil que corresponda a la clase social y/o étnica de las mujeres que llegaron por esa época a Bogotá, buscando refugio y protección.
Gran parte de los textos, (y esta es una parte fundamental de la propuesta), se basan en historias reales, recogidos en videos, textos, o en entrevistas directas con las mujeres desplazadas).
Se busca mezclar la cotidianidad con el dolor y la problemática que implica tener que vivir en un lugar desconocido, agreste e inhumano como son las calles de Bogotá, o de cualquier otra ciudad metropolitana del mundo, para quien no conoce sus dinámicas, sus problemas, llagar a un lugar en donde las personas apenas tienen tiempo para ellas, y en donde una mujer desplazada, se confunde fácilmente con una pordiosera o una ladrona, que lejos de provocar compasión, produce temor en la mayoría de las y los ciudadanos.
Los monólogos están entrecruzados recorriendo un hilo conductor que es el desplazamiento de las mujeres.
La obra, con una duración de sesenta minutos, utiliza proyecciones, música, danza contemporánea y una escenografía minimalista.
La premier se dio en el obelisco del parque principal de Rivera.
Las actrices representan a las miles de mujeres víctimas de la violencia en Colombia.
El primer momento es el resultado de una investigación sobre la violencia en nuestro país.
La puesta en escena utiliza proyecciones, música, danza contemporánea y una escenografía minimalista.
