El economista huilense Ricardo Mosquera Mesa, investigador y a la vez exsenador de la república lanzará su cuarto libro llamado “Colombia frente a los escenarios del pacífico. ¿De qué pacífico hablamos?”, una investigación en donde su gran objetivo es mostrar como Colombia le está dando la espalda a la realidad.
Ricardo Mosquera Mesa es un reconocido economista, investigador, docente y ahora escritor huilense. Nació en el barrio Chapinero de la ciudad de Neiva. Su madre fue docente y su padre trabajó en la agricultura. La primaria la hizo en el colegio Ricardo Borrero Álvarez, mientras que en el Nacional Santa Librada se graduó de bachiller. Con base en todo lo aprendido, se postuló para una beca y gracias a la misma estudió en México una maestría en estudios urbanos.
Luego regresó al país y se fue rector de la Universidad Surcolombiana en un primer periodo muy agitado. Deje el cargo después de cuatro años de trabajo. Posteriormente volvió a la Universidad Nacional donde lo nombraron rector.
Después de renunciar al cargo de rector de la Nacional, fue senador de la república y allí en el Congreso trabajó en la ley 30 que garantiza economía financiamiento a las universidades públicas del país. Ahora estoy dedicado a mi cuarto libro que lanzaré dentro de muy poco tiempo.
Trabajo investigativo
Después de un trabajo investigativo de más de 20 años, en este 2020 Ricardo lanzará su cuarto libro que se titula “Colombia frente a los escenarios del pacífico. ¿De qué pacífico hablamos?”. En su tercer libro, (Colombia frente a los escenarios del pacífico), el escritor huilense habla sobre como China emerge de la revolución cultural, proceso que lo llevó con otras economías emergentes (India, Brasil) a liderar un modelo pragmático a nivel mundial.
Pero, de ese trabajo surgió una pregunta. ¿De qué pacífico estamos hablando? ¿Cuál es el pacífico del área nuestra? “En el libro yo muestro que este es el siglo del Asia pacífico, y se ha desplazado la economía, la cultura a este gran ámbito, entonces Colombia está de espaldas a esa gran realidad porque las relacionas ahora son multilaterales, no nos podemos quedar con un solo país. Estamos muy casados con la política norteamericana y eso no es recomendable. Estos son los temas que abordo en este libro, para mostrar la realidad de que Colombia tiene que afianzar la alianza pacífica con los cuatro países que la integrarían”, señaló Ricardo.
Breve sinopsis
La dinámica del comercio mundial ha variado en el 2019, por la guerra comercial China-Estados Unidos a lo cual se suma Rusia reforzando sus lazos comerciales con el Dragón del Norte que anticipan un duro pulso para USA. Ante el deterioro de las relaciones entre dichas potencias por la injerencia en las elecciones del año 2016, Rusia y China se han aliado como bloque asiático firmado “Una serie de acuerdos en materia de energía, defensa, aviación, agricultura, tecnología y comercio electrónico. Uno de ellos, entre Huawei y compañías de telecomunicaciones rusas para el desarrollo de una red 5G en Rusia. “(El País, 2019) con el fin de contrarrestar mercados norteamericanos. Ante el bloqueo de Estados Unidos a China, Rusia ha sido el mejor aliado alcanzando en 2019 intercambios por 100.000 millones de dólares.
Según el Foro Económico Mundial en el reporte de competitividad 2019, China es competitiva por su estabilidad macroeconómica con un ranking de 98.8, y el tamaño del mercado registra el puesto (28) del mundo mientras Rusia ocupa el puesto (43) con buenos puntajes en estabilidad macroeconómica y tamaño del mercado. Estados Unidos ocupa el puesto (2) en competitividad, siendo el mayor socio comercial global.
Colombia debe mirar hacia el pacífico asiático fortaleciendo la Alianza Pacifico, al que podría ingresar Ecuador, descuidada por el actual gobierno dadas las tensiones con USA y las movilizaciones sociales en la región. Nuestro país ha dinamizado el comercio gracias al aguacate hass. “Colombia tiene previsto que esta semana salga el primer cargamento con 22 toneladas de aguacate hass, desde el Puerto de Cartagena de Indias hacia la ciudad de Shanghái, con fruta cosechada en predios del departamento de Antioquia.” (Portafolio, 2019).
Colombia, para ser competitivo e iniciar alianzas comerciales con el Asia, debe mejorar su infraestructura portuaria en los departamentos del pacifico, aunque recientemente “Se ha consolidado como un importante jugador dentro de la industria portuaria regional. Prueba de ello es que el Puerto de Cartagena se ubicó cuarto en el ranking 2018 de la Cepal, analizados 118 puertos de América y su capacidad para el manejo de contenedores; el de Buenaventura ocupó el puesto 12” (Semana, 2019).
Nuestro país espera incentivar con la Alianza del Pacífico el crecimiento económico en un 0,7%, la inversión en 1,4%, las exportaciones 0,9% y la creación de 44.000 nuevos empleos, impulsar el turismo y aprovechar los intercambios académicos. Sin embargo, el Pacífico colombiano es un caso único en América Latina, el de un país que le da la espalda a una de sus regiones más ricas.
El país se ha olvidado de su pacífico, mientras enfoca su mirada en la región Andina y el Caribe, con mayor desarrollo económico y ocupación territorial que centraliza el poder. La región Pacífica es una región por construir. El caso de Nariño que tiene más relación con Ecuador que con Cauca y Valle del Cauca que tienen como epicentro a la ciudad de Cali, mientras que Chocó es el más limitado y aislado, Quibdó ni siquiera tiene una vía de acceso al pacífico. Este que fuera puerto de salida de oro al exterior en la colonia, enclave estratégico de minería para el país, sin mencionar las otras bonanzas de quinua, tagua, madera y platino.
Lanzamiento
“Estamos coordinando con la Universidad Surcolombiana, con la Cámara de Comercio de Neiva para hacerlo a finales del mes de enero. Quiero que arranquemos el 2020 pensando en el mundo, entender que este se globalizó y que hoy un evento que ocurre en cualquier lugar de nuestra geografía en tiempo real se conoce aquí y ahora, por eso no podemos estar ausentes de los grandes eventos internacionales en materia política, económica, cultural y muchísimo menos en investigación”, Finalizó Mesa.