Risas que sanan

Algunos jóvenes de Neiva dedican su tiempo libre en hacer sonreír a los niños enfermos de la ciudad. A través de los colores, la pintura, las bromas y la atención esmerada, los ‘payamédicos’ procuran que los infantes en estado terminal, mejoren su calidad de vida. Algunos jóvenes de Neiva dedican su tiempo libre en hacer sonreír a los niños enfermos de la ciudad. A través de los colores, la pintura, las bromas y la atención esmerada, los ‘payamédicos’ procuran que los infantes en estado terminal, mejoren su calidad de vida. GINNA TATIANA PIRAGAUTA G. LA NACIÓN, NEIVA Todos los sábados, las risas y los juegos se toman la UCI Pediátrica del Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo de Neiva. Los ‘payamédicos’ son 35 jóvenes que les ofrecen un rato ameno a los niños enfermos, con el fin de que se olviden de los dolores de su condición clínica. Los voluntarios son profesionales de la salud, estudiantes de bachillerato y de diferentes facultades de la Universidad Surcolombiana. Todos hacen parte del programa ‘Doctor Corazón’ de la Fundación Huellas y se fundamentan en la Terapia de la Risa del profesor William McDougall. “Asumimos el rol de un personaje para trabajar con los pacientes. Cada ‘payamédico’ tiene una historia, una caracterización y un vestuario especial. Le robamos risas al dolor para buscar el bienestar de nuestros pacientes. Es un programa con sentido de vida”, aseguró Jorge Armando Scarpetta, director de la Fundación Huellas. Los jóvenes desarrollan la labor con sus propios recursos económicos. Eventualmente realizan recolectas con sus amigos, familiares o a través de las redes sociales. Llevan cerca de cinco meses de trabajo social en el hospital universitario y hace unos días iniciaron en la UCI Pediátrica de la Clínica Mediláser. “Somos un puente. Estamos en medio porque no intervenimos en el tratamiento. Nosotros aliviamos y coadyuvamos al proceso de sanación. Los niveles de ánimo decaen cuando los pacientes se someten a grandes niveles de estrés. Por eso los hacemos reír. Recibimos a las personas con sensibilidad y amor, las únicas curas para los males de nuestra sociedad”, aseguró Oliver Lis, director del programa ‘Doctor Corazón’. Historias de amor Son muchos los pequeños que mejoraron notablemente sus condiciones clínicas, luego de iniciar el proceso con los ‘payamédicos’. Cristian Santiago es un niño de 10 años de edad. Padece de un tumor cerebral y su condición es delicada. Los voluntarios descubrieron que uno de los anhelos de Cristian es aprender a tocar guitarra. De sus propios recursos económicos le compraron el instrumento al pequeño. El ‘Doctor Corazón’ le dio su primera clase musical. Cristian fue trasladado a Bogotá por exigencias de su tratamiento. El pequeño llevó su guitarra consigo. Allí es visitado por un voluntario huilense radicado en la capital de la República, que continúa con las clases de guitarra. Cristian tiene un aliciente más, en medio de su dolorosa enfermedad. La celebración de los cumpleaños de los chiquillos, las donaciones de juguetes, las tardes de pintura, de películas y de mucha diversión, hacen parte de las historias de amor y dedicación que han construido en la Fundación Huellas. También existen entre los recuerdos, las habilidades, los anhelos y las alegrías de los pequeños que ya fallecieron. El trabajo para el equipo de voluntarios continúa diariamente. En los próximos días abrirán oficialmente su oficina, gracias al apoyo de ‘un ángel’, que conoció de la labor que efectúa la fundación con adolescentes y niños en los colegios de la ciudad. Educación sexual, emprendimiento, proyecto de vida, convivencia ciudadana, libre desarrollo de la personalidad, uso del tiempo libre, liderazgo, cultura, ley de la juventud y derechos humanos, son entre otros, los ejes de trabajo que desarrollan en las instituciones académicas con el apoyo del Consejo Municipal de la Juventud. Actualmente, los voluntarios construyen el Manual de Terapia de la Risa con todo el rigor científico y claridad que se requiere. “Conocemos las precauciones que hay que tener en bioseguridad, estudio de patologías y en pediatría. Aportamos nuestra creatividad y el arte clown. Las sonrisas son la medicina más importante para los niños enfermos”, aseguró el ‘Doctor Corazón’. Beneficios de la risa El profesor William McDougall de la Universidad de Harvard, sostiene en su obra “A New Theory of Laughter”, que la terapia de la risa beneficia la salud psíquica y biológica. Como técnica brinda beneficios mentales y emocionales que logran sinergias positivas en los pacientes y mejora la captación de serotonina. También disminuye el miedo y los niveles de adrenocortisol causados por el estrés de la enfermedad y sus tratamientos, lo que mejora las defensas de los pacientes. El miedo se asocia con la muerte y la risa con la superación del miedo. La risa y la salud Los taoístas consideraban que la risa alargaba la vida y determinaba una salud duradera. Los griegos relacionaban a Júpiter con el estado de la salud y el sentido del humor. La risoterapia no cura por si sola. Sin embargo, estadísticamente se evidencia una mejoría notable en los tratamientos médicos cuando la estimulación de la risa es constante y duradera. “Las sonrisas son la medicina más importante para los niños enfermos”. Fotos Fundación Huellas. Los voluntarios trabajan arduamente pora que los menores olviden sus dolores y se diviertan. Cristian Santiago recibió una guitarra de los voluntarios. El menor anhelaba aprender a tocar el instrumento. Las tardes de pintura y esparcimiento generan en los niños mucha alegría, alejándolos del dolor de sus enfermedades. Con mucho amor, dedicación y alegría son tratados los pacientes de las UCI del hospital universitario y la Clínica Mediláser.