Un día como hoy, hace exactamente 40 años, la mafia despojó al Huila y al país de uno de sus más brillantes y valientes dirigentes: el 30 de abril de 1984 fue asesinado el entonces ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla.
Fue este hombre, nacido en Neiva, que estudió derecho en la Universidad Externado de Colombia y que en su trasegar político logró ser concejal, alcalde, diputado, representante a la Cámara y Senado de la República, el que desafió a los narcotraficantes del Cartel de Medellín, liderados por Pablo Escobar. Rodrigo Lara Bonilla terminó sacrificado en esa lucha.
Con motivo de la conmemoración del magnicidio de Lara, año tras año, el Consejo de la Orden que lleva su nombre, exalta a personas naturales o jurídicas, nacionales o internacionales cuyas acciones estén orientadas “a la correcta aplicación de la justicia, especialmente en la lucha contra el narcotráfico, la rehabilitación de los narco-dependientes o que hayan contribuido positivamente a la búsqueda y consolidación de la paz pública”. Lamentablemente, en los últimos años, la condecoración cayó en una especie de olvido y la conmemoración pasó a un segundo plano.
Para esta ocasión y por orden del gobernador del Huila, Rodrigo Villalba Mosquera, la medalla ha recuperado su brillo. Beatriz Helena García, la primera mujer en ascender al grado de contralmirante en la historia de la Armada Nacional, y el juez de Ejecución de Penas Jairo Fernando Fierro Cabrera, recibirán hoy la Orden Rodrigo Lara Bonilla. Adicionalmente, la Gobernación del Huila realizará el panel académico “Retos de la justicia en Colombia”, con la participación del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Gerson Chaverra, y magistrados de la Corte Constitucional, el Consejo de Estado y de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP.
Rodrigo Lara Bonilla siempre estará en la memoria de los huilenses.