“Porque de la abundancia del corazón habla la boca”. Lc 6:45 “Porque de la abundancia del corazón habla la boca”. Lc 6:45 HEIDI LATORRE ADARME Especial LA NACION Tal vez has escuchado la historia escrita por nuestro Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, un cuento que alguna vez fue dramatizado en el colegio que estudiaba y que desde entonces es una idea que da vueltas por la manera quizá graciosa que se narra, pero que sin duda alguna al analizarla más a fondo nos permite sacar importantes conclusiones sobre una realidad, nuestra realidad que muchas veces no esta lejos de la ficción. La historia cuenta que en un pueblo pequeño vivía una señora que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija menor de 14. Está sirviéndoles el desayuno a sus hijos y se le advierte una expresión muy preocupada. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella responde: “No sé, pero he amanecido con el pensamiento de que algo muy grave va a suceder en este pueblo”. Ellos se ríen de ella, dicen que son pensamientos de vieja, cosas que pasan. El hijo se va a jugar billar y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el adversario, le dice: “Te apuesto mil pesos a que no la haces”. Todos se ríen, él se ríe. Tira la carambola y no la hace. Pagó los mil pesos y le preguntan: “¿qué pasó si era una carambola sencilla?”. “Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que dijo mi mamá esta mañana, sobre algo grave que va suceder en este pueblo”. Todos se ríen de él. Y el que ha ganado los mil pesos regresa a su casa, donde está su mamá. Feliz con sus mil pesos dice: “Le gané estos mil pesos a Dámaso en la forma más sencilla, porque es un tonto”. ¿Por qué es un tonto? Dice – “Hombre, porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado por la preocupación de que su madre amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo”. Le dice la mamá: “no te burles de los pensamientos de los viejos, porque a veces salen”. Una pariente lo oye y va a comprar carne. Ella dice al carnicero: “Véndame una libra de carne”, y en el momento en que la está cortando, agrega: “mejor véndame dos porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparados”. El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar una libra de carne, le dice: “lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar y se están preparando, y andan comprando cosas”. Entonces la vieja responde: “Tengo varios hijos, mire, mejor déme cuatro libras”. Se lleva cuatro libras y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades, y de pronto, a las dos de la tarde, hace calor como siempre. Alguien dice: “¿se han dado cuenta del calor que está haciendo?”. “Pero en este pueblo siempre ha hecho calor”. Tanto calor que es un pueblo donde todos los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban a la sombra porque si tocaban al sol se le caían los pedazos”. Sin embargo –dice uno- “nunca a esta hora ha hecho tanto calor”. “Pero si a las dos de la tarde es cuando hay más calor”.” Sí, pero no tanto como ahora”. Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz: “Hay un pajarito”.”Pero Señores, siempre ha habido pajaritos que bajan”. “Sí pero nunca a esta hora”. Llega el momento de tal tensión para los habitantes del pueblo que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo. “Yo si soy muy macho –grita uno- yo me voy”. Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en la carreta y atraviesa la calle central donde está el pobre pueblo viéndole. Hasta el momento en que dicen: “Si este se atreve a irse, pues nosotros también nos vamos”, y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo. Y uno de los últimos que abandona el pueblo dice: “Que no venga la desgracia a caer sobre todo lo que queda de nuestra casa” y entonces incendia la casa, y otros incendian otras casas. Huyen en un tremendo verdadero pánico como en éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio clamando. “Yo lo dije, que algo grave iba a pasar en este pueblo y me dijeron que estaba loca”. Poder de las ideas Esta historia me permite reflexionar sobre el poder que tienen las ideas, los pensamientos negativos tanto como positivos, y los comentarios que se pueden hacer sobre alguien. De igual manera puedes sacar tus propias reflexiones. Pero preguntémonos ¿Cuántas veces hemos hecho un comentario, simplemente porque alguien lo dijo y creímos que era cierto? ¿Cuántas veces hemos repetido historias sobre algo o sobre alguien sin verificar si era verdad? ¿O nos distanciamos de un amigo, de un familiar, o de alguien cercano por un chisme? He conocido casos que por un chisme, se ha destruido una persona, incluso a familias. ¿Pero que genera que un comentario, chisme, o como lo quieran llamar se expanda tan rápido? La verdad no tengo la respuesta, pero sin duda alguna ese dulce sabor del chisme genera una sensación en quien lo cuenta, en quien lo trasmite y en quien lo recibe. Valdría la pena reflexionar sobre cual es nuestra reacción, cuando alguien esta haciendo comentarios despectivos de otra persona. ¿Eres de los que como el teléfono roto, sigues comunicando lo que escuchaste? ¿O simplemente tienes el valor de romper el círculo? Transmisores de buenas nuevas Escuché una frase que dice: Si no tienes nada bueno que decir de alguien, mejor no diga nada. Recordemos que cuando hablamos de otro, un poco de nosotros estamos contando, así que vale la pena ser transmisores de buenas noticias, de ideas positivas, teniendo presente que si hablamos de otros, no solo hacemos daño a la otra persona, sino que también estamos causándonos daño, por que es energía que nos robamos, que puede ser invertida en cosas productivas. Tengamos el valor de romper el círculo, “porque de la abundancia del corazón habla la boca.” *Psicóloga- Master of PNL & Coaching Para Conferencias, talleres, seminarios., terapias con PNL & Coaching Informes: e-mail hala1205@hotmail.com celular: 3203439504 El poder que tienen las ideas, los pensamientos negativos tanto como positivos, y los comentarios que se pueden hacer sobre alguien. Recordemos que cuando hablamos de otro, un poco de nosotros estamos contando, así que vale la pena ser transmisores de buenas noticias, de ideas positivas