El 12 de abril de 1961, el ruso Yuri Gagarin realizó el primer vuelo espacial tripulado, un evento histórico que abrió el camino a la exploración del espacio en beneficio de toda la humanidad. Esa es la razón por la que la Asamblea General de la ONU, a través de su resolución A/RES/65/271, aprobase el 12 de abril como Día Internacional de los Vuelos Espaciales Tripulados.
Con la efeméride se quiere conmemorar cada año el principio de la era espacial y reafirmar que la ciencia y la tecnología espaciales contribuyen de manera crucial a conseguir los objetivos de desarrollo sostenible y aumentar el bienestar de los Estados y los pueblos. El Día también quiere sensibilizar al mundo para asegurar que se cumpla la aspiración de reservar el espacio ultraterrestre a fines pacíficos, perseverar en los esfuerzos para que todos los Estados puedan gozar de los beneficios derivados de esas actividades y mantener el espacio como patrimonio de toda la humanidad.
Antecedentes
El lanzamiento al espacio del primer satélite terrestre construido por el ser humano, el Sputnik I, tuvo lugar el 4 de octubre de 1957, abriendo así el camino a la exploración espacial. El 12 de abril de 1961, Yuri Gagarin fue el primer hombre que orbitó la Tierra, con lo que inauguró un nuevo capítulo de la aventura humana en el espacio ultraterrestre.
La declaración recuerda además la increíble historia de la presencia humana en el espacio ultraterrestre y los extraordinarios logros obtenidos desde el primer vuelo espacial tripulado: en particular, que Valentina Tereshkova se convirtiera en la primera mujer en orbitar la Tierra el 16 de junio de 1963, que Neil Armstrong fuese el primer hombre en pisar la Luna el 20 de julio de 1969 y que las naves espaciales Apolo y Soyuz se acoplasen el 17 de julio de 1975 en lo que pasó a ser la primera misión humana internacional en el espacio. A estos ejemplos también cabe añadir el hecho de que, durante la última década, la humanidad ha mantenido una presencia humana multinacional permanente en el espacio ultraterrestre a bordo de la Estación Espacial Internacional.
Las Naciones Unidas y el espacio ultraterrestre
Desde el comienzo de la era espacial, las Naciones Unidas reconocieron que el espacio ultraterrestre agregó una nueva dimensión a la existencia de la humanidad. La familia de las Naciones Unidas se esfuerza continuamente por utilizar los beneficios únicos del espacio ultraterrestre para el mejoramiento de toda la humanidad.
Reconociendo el interés general de toda la humanidad en el proceso de la exploración y utilización del espacio ultraterrestre con fines pacíficos y buscando responder preguntas sobre cómo el espacio exterior puede ayudar a beneficiar a la gente de la Tierra, la Asamblea General adoptó su primera resolución relacionada con el espacio ultraterrestre titulada “Cuestión del uso del espacio ultraterrestre con fines pacífico”.
Igualmente, en octubre de 1967, entró en vigor el Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes (resolución 2222 (XXI) de la Asamblea General.
Pero Naciones Unidas también trabaja en la materia a través de la Oficina de las Naciones Unidas para los Asuntos del Espacio Ultraterrestre (UNOOSA, por sus siglas en inglés), principal encargada de promover la cooperación internacional en lo que se refiere al uso del espacio ultraterrestre con fines pacíficos. UNOOSA sirve como la Secretaría de la única comisión de la Asamblea General que se encarga exclusivamente de la cooperación internacional sobre los usos del espacio ultraterrestre con fines pacíficos: la Comisión de las Naciones Unidas sobre los Usos Pacíficos del Espacio Ultraterrestre (COPUOS, por sus siglas en inglés).
UNOOSA es además responsable de la implementación de las responsabilidades de la Secretaría General bajo la legislación espacial internacional y de mantener el Registro de las Naciones Unidas sobre los Objetos Lanzados al Espacio Ultraterrestre.