Los huesos son el tejido más duro que hay en el cuerpo humano. Cumplen la función de dar forma al cuerpo y soportarlo, facilitan la fijación de músculos y tendones, protegen el sistema nervioso y la mayoría de órganos vitales; facilitan el desplazamiento. Como es evidente, tienen una función importante para que cualquier ser humano se pueda desarrollar sanamente. Sin embargo, son uno de los órganos más silenciosos de todo el cuerpo, lo que significa que no advierten si algo llegase a fallar. El sistema óseo está expuesto a un sin número de patologías de diferente tipo y aunque no existe un sistema de clasificación, los trastornos son variados. A continuación se abordarán las principales enfermedades que le aquejan y cómo prevenirlas.
– Deformaciones: aunque no son muy comunes, las malformaciones congénitas por lo general incluyen la ausencia de algún hueso o la formación de huesos adicionales. Otro tipo de deformaciones incluyen el sindactilismo, que es la fusión de dos dedos adyacentes; o la acondroplasia es el trastorno del crecimiento óseo más frecuente y la principal causa de enanismo.
– Fracturas: ocurren por factores externos y es de las afectaciones más comunes. Se resuelven por un proceso natural que se da luego de alinear los huesos e inmovilizarlos. Los vasos sanguíneos afectados desarrollan una especia de hematoma óseo que sirve como adhesivo, que con el tiempo irá formando tejido fibroso que creará un callo óseo que unirá las partes separadas.
– Escoliosis: consiste en una desviación lateral de más de 10° de la columna vertebral. Un 5% de la población presenta curvas de 5° de desviación lateral, lo que se considera normal ya que todo el mundo tiene la columna vertebral curvada y se necesita un cierto grado de desviación para mantener el equilibrio, moverse y caminar correctamente. Esta enfermedad afecta al 3,5% de la población mundial, especialmente mujeres. De esta población, el 65% de los casos se desconoce la causa, el 15% es congénito y otro 10% son relacionados con enfermedades neuromusculares.
– Osteoartritis: Es una enfermedad degenerativa de las articulaciones, es el tipo más común de artritis. Se caracteriza por el desgaste del cartílago de las articulaciones. El cartílago es la parte de la articulación al final de los huesos que les permite fácil movimiento. El desgaste del cartílago hace que los huesos se friccionen uno contra otro, causando rigidez, dolor y pérdida de movimiento articular. La causa de la osteoartritis es desconocida, sin embargo se considera de carácter hereditario y está relacionada con el envejecimiento. Las partes del cuerpo que más afectan son las manos, las piernas, brazos y cadera. Si se padece, debe tener varios cambios en su estilo de vida como aplicar paños calor y frío en las zonas afectadas, tener una alimentación balanceada y saludable, descansar, bajar de peso en caso de tener sobrepeso y proteger las articulaciones.
– Osteoporosis: Es la porosidad de los huesos causada por una reducción de la densidad ósea. Se disminuye la resistencia del hueso y hay un descenso de la masa ósea. Como es una enfermedad silenciosa, se conoce de esta cuando se parte un hueso. Los huesos que más se fracturan son las muñecas, la cadera y la columna. Hay varios factores asociados a esta enfermedad.
1) Envejecimiento: la edad avanzada, por sí misma, produce una disminución en la cantidad del hueso, por lo que cualquier persona puede padecerla. El riesgo es mayor a partir de los 50 años.
2) Dieta pobre en calcio: el calcio es un alimento fundamental en la formación del hueso. Se encuentra sobre todo en la leche y derivados lácteos como quesos y yogures. Los frutos secos también tienen un importante aporte de calcio.
3) Factores genéticos: existen genes relacionados con el desarrollo de la masa ósea, por lo que la incidencia de la enfermedad es mayor en aquellas personas cuyos familiares directos tienen historia previa de fracturas (padres o abuelos).
4) Sexo femenino: las mujeres tienen un riesgo cuatro veces mayor que los hombres de desarrollar osteoporosis, especialmente tras la menopausia. Esto es debido a la reducción del número de estrógenos (hormonas femeninas que intervienen en la formación de masa ósea) en esta etapa, que favorece una disminución en el remodelado del hueso. Existe más probabilidad de padecer osteoporosis si la menopausia se produce antes de los 40 años (menopausia precoz), debido por ejemplo a la extirpación quirúrgica de ambos ovarios, o cuando falta la menstruación (llamado amenorrea) en deportistas, o en casos de anorexia nerviosa por pérdida importante de peso. Además, las mujeres tienen una mayor esperanza de vida que los hombres y, en general, su cantidad de masa ósea es menor especialmente en mujeres excesivamente delgadas.
5) Inmovilización prolongada: ya sea por enfermedad o por un estilo de vida sedentario. El ejercicio es uno de los estímulos para la formación del hueso.
6) Algunos medicamentos: por ejemplo el uso prolongado de esteroides, corticoides, antiepilépticos o fármacos para el tiroides.
7) El exceso de tabaco, alcohol o café.
Cuidados
Los huesos a pesar de ser tan fuertes necesitan cuidados especiales ya que hay varias enfermedades que pueden afectarlos y también son punto frágil ante los accidentes. Aquí algunas recomendaciones:
– Tomar sol todos los días, para que se fije el calcio que es su principal componente.
– Tomar vitamina D llamada también calciferol, que sirve para la formación y cuidado de los dientes y huesos. Protege las articulaciones y previene el raquitismo, se encuentra en alimentos como los pescados, el hígado, leche, mantequilla y yema de huevo.
– Evitar accidentes provocados por falta de cuidados, como golpes, subir a lugares elevados sin la debida precaución, practicar deportes sin entrenamiento y equipo protector, utilizar medios de transporte como motos, bicicletas u otros sin protección y violando las reglas de tránsito.
-Hacer ejercicio diariamente.
– Mantener una buena alimentación con alimentos que proporcionen proteínas que son nutrimentos que sirven sobre todo para el crecimiento de los huesos. Las encontramos en alimentos de origen animal como carnes, huevos, leche, quesos, y en leguminosas como los frijoles, habas o lentejas.
– Consumir también alimentos ricos en calcio los productos lácteos.
– También es necesario descansar para no abusar del sistema óseo.
CLIPS
La osteoporosis es una enfermedad grave, que tiene unas estadísticas de mortalidad mucho más altas que el cáncer de seno y el cáncer de cuello uterino, según la Sociedad Iberoamericana de Osteología y Metabolismo Mineral; de ahí la importancia de prevenirla y tratarla tempranamente.
La Organización Mundial de la Salud, OMS estima que el 40% de las mujeres mayores de 50 años sufrirá una fractura relacionada con la osteoporosis en algún momento de su vida.
La escoliosis afecta al 3,5% de la población general, especialmente a las mujeres