Cuando los ingresos de una empresa disminuyen, es fundamental reducir gastos y buscar nuevas oportunidades para evitar el riesgo de quiebra.
En este contexto, los gobernadores y alcaldes de todo el país están en alerta. A la caída del recaudo tributario a nivel nacional se suma otra preocupación, la reducción en las asignaciones de regalías para los años 2025-2026. Para el Huila, se espera una disminución de aproximadamente $39 mil millones, y en Neiva, un descenso cercano a los $11.500 millones.
Esto no es para menos, los mandatarios territoriales se están enfrentando al riesgo de no contar con los recursos necesarios para cumplir con las metas de inversión social e infraestructura contempladas en sus planes de desarrollo.
La situación no cambiará. Con el paso del tiempo, Petro se radicalizará en sus decisiones y la posibilidad de una transición energética concertada sin afectar nuestra economía, tampoco se dará. Pase lo que pase en el 2026, la tendencia a disminuir el uso de combustibles fósiles es irreversible.
¡Increíble! A pesar de recibir miles de millones en regalías durante muchos años, sorprende que no hayamos fortalecido otros sectores que podrían haber sustituido a estas fuentes de financiación.
Para el caso de Neiva -no me cansaré de repetirlo- el modelo económico de ciudad fracasó y es urgente transformarlo. Es momento de decidir, o persistimos en este modelo empobrecedor y dependiente de la política que nos asedia, o nos atrevemos a crecer con certeza.
Es esencial buscar actividades y estrategias para generar nuevos ingresos en el municipio. Esto abarca iniciativas como la industrialización, la integración de sectores productivos en el turismo, la exportación de bienes y servicios, y la mejora y consolidación de monopolios, como el servicio público del agua.
No es imposible alcanzar los resultados que obtienen entidades como ‘EPM’ Empresas Públicas de Medellín o el Instituto para el Desarrollo de Antioquia ‘IDEA’. Estas organizaciones generan cuantiosas utilidades a la Alcaldía y Gobernación respectivamente, aportando de esta manera a su autonomía y sostenibilidad.
Los huilenses contamos con un valioso referente: el Instituto Financiero para el Desarrollo del Huila, ‘INFIHUILA’, que generó utilidades por $1.400 millones este año para el departamento. Siento orgullo por este logro, resultado de las decisiones que supimos tomar durante mi gerencia de 2020 a 2022. Gerenciar lo público con certeza es posible.
Estos son los retos que tenemos que afrontar en Neiva. Si no lo hacemos preparémonos para ser testigos, cada cuatro años, de los interminables debates de control político y ciudadano para continuar endeudando a nuestro ya colapsado municipio.
Segundilla: Con la reforma laboral en trámite, me pregunto: un pequeño productor que trabaja una hectárea, ¿cómo debe ser visto: como Patrón o como Campesino? ¿Ustedes qué opinan?