La creciente súbita deja 26 veredas aisladas, 14 puentes colgantes destruidos, así como acueductos destruidos y varias viviendas afectadas. La creciente súbita deja 26 veredas aisladas, 14 puentes colgantes destruidos, así como acueductos destruidos y varias viviendas afectadas. La recuperación costará por lo menos 3.000 millones de pesos. FERNANDO POLO C. LA NACIÓN, NEIVA A 26 ascendió el número de veredas aisladas en Santa María por la avalancha del río Baché. Los organismos de socorro también reportan 14 puentes colgantes destruidos y varios acueductos afectados. Los daños en estas infraestructuras no habían sido reportados debido a problemas de comunicación, ya que los organismos de socorro apenas ayer iniciaron el censo en la zona rural, lo difícil del terreno y el bloqueo terrestre de las 26 veredas, no han permitido elaborar un consolidado de las pérdidas reales por la avalancha. La Sala de Crisis instalada en Santa María para atender la emergencia ocasionada por la avalancha del río Baché, indicó que a medida que pasa el tiempo se empiezan a evidenciar más daños. El principal problema en estos momentos es el aislamiento del casco urbano con la zona rural, y del sector de Santa María la Nueva, en donde el puente que comunicaba con el resto del pueblo fue arrasado, lo mismo que el sistema de acueducto y alcantarillado. El alcalde Néstor Ariel Polanía, en coordinación con el Comité de Gestión del Riesgo, está haciendo contactos a nivel nacional para que las ayudas lleguen lo más pronto posible y los daños no afecten a los agricultores de fríjol, arveja y granadilla, que son los que están bloqueados por el problema de vías. Zona urbana El mayor problema que presenta la zona urbana es el aislamiento del sector de Santa María la Nueva, donde además están sin servicio de agua, alcantarillado y gas. Hay 10 familias con las viviendas destruidas a los que hay que reubicar inmediatamente e iniciar la recuperación de la vía que comunica con Neiva. “El pueblo se dividió en dos con la caída del puente que nos une con los nuevos proyectos de vivienda en Santa María la Nueva. Estamos haciendo todo lo posible por sacar esta emergencia adelante y sé que lo vamos a conseguir”, indicó el alcalde Néstor Ariel Polanía. Zona rural Si la situación en el casco urbano es grave, en la zona rural no es mejor: 26 veredas están incomunicadas por vía terrestre, cinco puentes fueron destruidos y dos más afectados, 14 puentes colgantes también fueron arrasados por la fuerza de las aguas, los campesinos reportan acueductos colapsados y ya empieza a preocupar la situación de que no hay por dónde sacar las cosechas. “Lo que más nos urge es la reconstrucción de los puentes. La zona que está aislada es un área muy productiva, en ese sector se cultiva fríjol, arveja y granadilla con destino a Bogotá y otros mercados. La granadilla es una fruta muy delicada que si no se saca pronto se daña. La leche y el queso empezaron a represarse. Me preocupa mucho la reparación de las vías”, agregó el Alcalde. La construcción de los viaductos vehiculares vale cerca de 2.800 millones de pesos y la de los puentes colgantes 80 millones. El Banco de Maquinaria del Gobierno Nacional anunció que trasladaría equipos a la zona para iniciar la recuperación. Ayuda humanitaria La única ayuda que ha llegado es la que han mandado familiares y amigos de los samarios. La del Estado, según el Alcalde, todavía no llega por los trámites que hay que realizar para legalizarla. No obstante, para hoy se espera la visita del director Nacional de Emergencias, Carlos Iván Márquez, para que evalué la situación y se puedan tomar medidas urgentes. Diez familias que perdieron sus viviendas por la avalancha deben ser trasladas inmediatamente.