El confuso asalto a una base militar en Venezuela abrió interrogantes sobre la unidad de la Fuerza Armada en torno al presidente Nicolás Maduro, en medio de una crisis que se vuelve cada día más explosiva. En un incidente en el que tanto el gobierno como los atacantes cantan victoria, una veintena de hombres irrumpió en la madrugada del domingo en el fuerte Paramacay, sede de la 41 brigada del Ejército, situado en Valencia, a 180 km al oeste de Caracas.
A pesar de que se desconoce el alcance del ataque y de que fue perpetrado por un comando mixto de civiles y militares desertores y en el exilio, expertos coinciden en que evidencia un malestar en rangos medios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), principal sostén de Maduro.
“Indica el creciente descontento de rangos medios policiales y militares, aunque el mando militar siga aliado al gobierno. Pueden esperarse nuevos incidentes a medida que aumente ese malestar”, aseguró a la AFP Diego Moya-Ocampos, analista del IHS Markit Country Risk de Londres.