Tecnología
La cada vez más recurrente frase “me quedé sin batería” se ha convertido en un mal repetitivo y la excusa perfecta para quienes quieren evadir alguna responsabilidad.
Se trata, sin duda, de una situación crítica, si tenemos en cuenta que hoy muchos de los dispositivos de comunicación que utilizamos no solo emplean baterías sino que las funciones con las que operan producen un gasto adicional de energía. En resumen, se les agota más rápidamente su fuente de electricidad.
Como es frecuente encontrar consejos tan variados como mitos a la hora de hacer rendir las baterías, aquí resumimos algunas recomendaciones importantes.
Antes, de níquel
Lo primera es decir que, hasta hace algunos años, las baterías recargables más comunes eran de níquel (Ni). Su uso era bien distinto a las actuales, pero precisamente la forma de recargarlas quedó grabada en la mente de muchas personas.
Esas baterías debían descargarse por completo y cargarse por completo para que tuvieran una mayor durabilidad.
Hoy, de litio
En la actualidad, casi todos los portátiles, celulares, teléfonos inalámbricos y tabletas usan baterías de litio. A diferencia de las viejas baterías, con las de litio es mejor dejar que se descarguen un poco y se carguen otro poco.
No se recomienda hacer cargas excesivas ni dejarlas descargar hasta la última gota. Al menos no dejar descargar todo muy seguido, sino más bien una sola vez al mes.
Esto quiere decir que con las baterías de litio la carga debe estar entre un 40% y un 80%. Además, llegado el caso de que carguemos la batería al 100% nunca dejar el enchufe conectado luego de llegar a ese nivel ya que eso sí es perjudicial para la batería.
Hay que recordar que el exceso de temperatura no solo es malo para los procesadores y otras partes internas de los dispositivos sino también para el estado de la batería. Mantener el dispositivo en un lugar fresco mientras se carga (cuando llega a su mayor temperatura) puede hacer conseguir varios meses en la vida total de la batería.
Así que lo mejor es olvidar esas viejas prácticas de llegar a la descarga total; con las de litio, hay que reaprender a cargar.
¿Por qué son tan populares?
Las baterías de litio no son “perfectas”, pero tienen más ventajas que desventajas. Entre las ventajas están:
• Mayor capacidad de almacenamiento de energía.
• Las baterías son más pequeñas y livianas.
• No necesitan ser totalmente descargadas para una nueva recarga.
• Pueden soportar cientos y cientos de ciclos de carga y descarga sin que se vea afectado su rendimiento.
A cambio, como desventajas están:
• Son bastante más caras de fabricar.
• Si trabajan a temperaturas elevadas pueden llegar a explotar.