Con tan solo 15 años de edad recién cumplidos, el deportista huilense Sebastián ‘Tatán’ Garzón es considerado una leyenda del deporte en Colombia por el Gobierno Nacional. Para LA NACIÓN, también es el personaje del año 2024. Ha pisado podios nacionales e internacionales. Se prepara para dejar la categoría Junior y competir en la Senior. Actualmente, descansa junto a su familia en el Huila, desde donde disfruta la época decembrina y se alista para mudarse a Estados Unidos.
Johan Eduardo Rojas López
johan.rojas@lanacion.com.co
Sin duda, el 2024 fue el mejor año profesional para el deportista huilense Sebastián ‘Tatán’ Garzón Orozco, actualmente reconocido por el Ministerio del Deporte como una leyenda de Colombia y, por el diario LA NACIÓN, como el personaje del año 2024, debido a su destacada participación a nivel nacional e internacional.
Su disciplina le ha permitido correr en grandes escenarios y, con tan solo 15 años de edad, cumplidos el pasado 4 de noviembre, se ha ganado un lugar importante en el kartismo y el automovilismo. Habla español e inglés; el italiano es su nuevo reto.
La pasión que lo ‘atropelló’ súbitamente, comenzó cuando tenía cuatro años, gracias a una invitación que recibió su padre, Medardo Garzón, al Kartodromo El Jardín. Estando allí, su talento se hizo evidente, luego de que lo pusieron a rodar en un carro que halaban con una cuerda. LA NACIÓN, dialogó con el joven ad-portas de Año Nuevo.
Pero, usted pidió que lo soltaran de la cuerda, ¿por qué?
Yo pedí que me la quitaran porque iba muy lento y, cuando me la quitaron, empecé a rodar todo el día. Al final fui más rápido que un niño que ya había estado seis meses en este deporte. Desde ahí, les comencé a decir a mis papás que me compraran un carro.
Sebastián, ¿cuándo comenzó a profesionalizar su carrera?
A nivel nacional, mi primera carrera fue en 2015, en la categoría Baby Rok. Luego fui campeón de la final mundial de la categoría Baby Easytraining de la Easy Kart en Italia, representando a Colombia. Después, pasé a la categoría Micro, donde fui campeón dos veces del X30 Challenge. Esto me dio un cupo para mi primera carrera internacional en Las Vegas, en los Supernats, y quedé en el puesto 19 de 42 pilotos; tenía seis años y era el más pequeño. Desde ahí, comencé a ganar más títulos nacionales. En la categoría Junior, que acabo de terminar, fui campeón suramericano y nacional de la categoría Rotax Max y Easykart.
Precisamente, ¿cómo ha sido el balance de este 2024?
Este año fue muy bueno gracias a Dios. Estuvo lleno de bendiciones, felicidad y aprendizajes. Agradezco a toda mi familia y a mi equipo, Orsolon Racing, por su apoyo, y a Dios, la Virgen María y el Niño Jesús por estar siempre conmigo. Este ha sido un año con muchos títulos y muchas victorias.
¿Y cómo ha sido su transición a los autos?
Comencé en una academia llamada ‘Lucas Oil’, que es como un Fórmula 4, pero sin alerones. Durante el Winter, gané tres de cuatro carreras en la pista de Homestead, pero en la de autos que queda al lado de la de karts, lo que me permitió quedar campeón. Esto me abrió la puerta para entrar al Campeonato Nacional de ellos, donde competí en cinco pistas diferentes en Estados Unidos y en cada válida se hacían tres carreras. Gané 9 de las 15 carreras, lo que también me permitió ser campeón. Todo esto me ayudó a avanzar a la USF2000, que es como Fórmula 3. Y ya estamos haciendo unos test para comenzar mi temporada en 2025.
¿Cuáles son sus proyecciones para el próximo año?
Los Supernats fueron mi última carrera en la categoría Junior. En el 2025 paso a la USF2000 (comienza en febrero en el circuito de San Petersburgo en Florida) y ya estoy haciendo pruebas con mi equipo. Me estoy preparando física y mentalmente para obtener buenos resultados y avanzar en mi carrera. Ahora que paso a la categoría Senior, me voy a enfrentar a pilotos mucho más experimentados que yo y para mí es un honor correr con algunos ídolos.
Y ¿le genera nervios este nuevo paso?
Sí da un poquito de nervios, pero apenas me bajo la visera del casco y me encomiendo a Dios, soy otra persona y voy a ganar. Todo es cuestión de concentrarme y dar lo mejor de mí.
¿Qué deportistas colombianos lo han inspirado?
Juan Pablo Montoya ha sido una fuente de inspiración muy grande para mí, ya que tuve la oportunidad de que fuera mi coach en su equipo durante dos años. La familia del kartismo colombiano me ha apoyado mucho y me ha animado. Puedo nombrar a Julián Leal, uno de los grandes pilotos colombianos que me apoya incondicionalmente en la actualidad, no solo con equipos para autos, sino también, con el simulador, y corrí con su carro LR02. También a Manuel Pereira, que es mi coach en Europa y ha sido fundamental.
¿Cómo se siente al representar a su departamento y a Colombia?
Estoy muy orgulloso de representar a los huilenses y, en general, a los colombianos, ya que siempre han estado pendientes de mí.
¿Es cotidiano ver huilenses en este deporte?
Realmente no es muy común ver pilotos del Huila. Actualmente solo somos dos: Sebastián Vanegas y yo; somos compañeros de equipo aquí en Colombia y nos llevamos muy bien porque somos amigos desde pequeños. Yo intento ayudar a todos mis compañeros de equipo, ya que soy el líder de la categoría, y siempre trato de apoyarlos para que estén rápidos.
¿Qué elementos del Huila lleva a las competencias?
En mi casco tengo la bandera del Huila y un uniforme personalizado con sus colores. Además, siempre tengo a la mano mi escapulario, me encomiendo a Dios antes de cada carrera, y mi mamá, Andrea Orozco, me aplica agua bendita.
¿Qué sacrificios ha tenido que hacer en este proceso?
Ha sido un proceso difícil, ya que he tenido que sacrificar muchas cosas, incluyendo estar lejos de mi familia. Viajo con mi mamá, que es como mi psicóloga, mientras que mi papá y mi hermana se quedan en casa con mi abuelita. Esto es complicado porque la familia es importante para mí. En lo educativo también ha sido difícil porque, cuando estaba en un colegio normal, me dormía a la 1 de la mañana y me despertaba a las 5. Ahora estoy en un colegio para deportistas, lo que me ayuda a organizarme mejor.
Por otro lado, ¿Qué significa para usted ser considerado una leyenda del deporte en Colombia a tan corta edad?
Me siento muy orgulloso. Esto no ha sido solo un sacrificio mío, sino de toda mi familia y de todos los que me han apoyado. Es un honor que el Ministerio del Deporte conozca mi nombre y mi trabajo. Seguiré esforzándome con disciplina y sacrificio.
¿Se esperaba esto o lo veía muy lejano hace algunos meses?
Siendo sincero, lo veía muy lejos.
¿Este reconocimiento qué le aporta a su carrera?
Cada logro que tengo me da un impulso para seguir adelante, esforzarme más y ser el mejor cada día.
Hablando de otros temas, ¿cómo ve su deporte en la región?
Actualmente no tengo apoyo de ninguna entidad del Huila, pero sigo en la búsqueda y golpeando puertas debido a la nueva categoría de automovilismo que voy a correr. Los medios de comunicación siempre han estado para apoyarme y eso es una ayuda muy grande, desde que inicié en este deporte.
¿Ha pensado en abrir una academia para incentivar el kartismo en los jóvenes?
Me encantaría hacerlo, así como también, en el futuro, crear una fundación para ayudar a perritos y personas necesitadas. Pero sí me gustaría abrir una academia para pilotos que quieran lograr sus sueños.
Sebastián, ¿Cuál es su sueño más grande en este momento?
Mi sueño más grande, como todo piloto, es llegar a la Fórmula 1 en una escudería como Mercedes, Ferrari o Red Bull. Sin embargo, también me estoy enfocando en la Indycar, que es otro de mis sueños.
Finalmente, ¿cómo vive esta época de fin de año?
Estoy muy feliz de pasar el Año Nuevo aquí en Neiva, donde tengo a la mayoría de mis amigos y familia. Trato de disfrutar al máximo. Para mí esto es muy valioso porque juego fútbol, practico natación, monto bicicleta y corro, mientras puedo. A veces también practico golf, aunque soy muy malo. Es muy especial porque este año me salió una visa por talento extraordinario y estamos haciendo los trámites con mi familia para mudarnos a Estados Unidos.
¿Practica algún agüero?
De vez en cuando me echo lentejas en los bolsillos para que me dé suerte y este año me funcionó. También como las 12 uvas y oramos en familia para agradecer por el año que se va y encomendar el que llega.
