Sin ninguna medida de bioseguridad, amontonados entre vallas, deben esperar por horas para ser atendidos los neivanos en esta dependencia de la Alcaldía. Las quejas por la mala atención de los funcionarios, son el ‘pan de cada día’.
Carol Medina Soto
Pagar comparendos y hacer trámites para obtener la licencia, entre otras, son algunas de las actividades que realizan los ciudadanos en las oficinas de la Secretaría de Movilidad ubicada en las instalaciones de Mercaneiva, pero realizarlas en tiempos de pandemia, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para las personas que se han quejado no solo de la mala atención, sino de las aglomeraciones, falta de organización y de medidas de bioseguridad, que desencadenarían el contagio del covid-19.
Los tumultos son diarios, así como el desespero de los ciudadanos, que llegan sin desorientados, sin saber a dónde dirigirse o a quien preguntar, encontrando solo en los tramitadores que pululan la información que necesitan.
“Usted llega y por más que busque, no encontrará un puesto de información oficial, esa tarea ha sido asignada a los múltiples tramitadores que se encuentran fuera de las instalaciones”, expresó Eliseo Perdomo.
Las filas son enormes, son dos, una a cada lado, bajo las altas temperaturas, no se guarda la distancia mínima de un metro, todos se amontonan y algunos llegan sin tapabocas, se empujan y gritan pidiendo respeto por el turno, cuando un tramitador se ‘cola’ en la fila y pasa a las oficinas.
“El otro día llegué a las 9 de la mañana y estaba como de décimo para entrar y llegaron las 11 y media, cerraron y faltaban todavía 4 personas delante mío, no pude ingresar, me tocó darle 10 mil pesos a un tramitador y en 5 minutos me sacó el certificado que necesitaba”, dijo Didier Farfán.
“Cómo es posible que la administración después de 7 meses de pandemia, no hayan diseñado un esquema de bioseguridad para poder atender a toda la cantidad de público que reciben diariamente sin exponerlos potencialmente a un contagio”, agregó Perdomo. “Si las Secretarías de Salud Municipal y Departamental estuvieran realmente interesadas en prevenir los contagios por covid-19, deberían cerrar la atención al público de esta entidad hasta tanto no cumplan con los protocolos de bioseguridad correspondientes”, señaló.
Más quejas
No hay afuera nadie que organice a las personas, que vele por el cumplimiento de los protocolos. Solo el vigilante en la puerta, que trata tomar la temperatura a algunas de las personas que logran ingresar, y de controlar los turnos infructuosamente.
Hay que llenarse de paciencia, para estar al menos cinco horas en la fila, como le sucedió a Rosa Valderrama que buscó ayer durante todo el día sacar su moto de los patios.
“Estoy desde las diez de la mañana y son las tres de la tarde, estoy hasta sin almuerzo, vengo a pagar un comparendo porque hice un giro prohibido y no he podido pagarlo. Entré, me pidieron que sacara unos papeles y ya no pude volver a ingresar. Este servicio es pésimo, no tienen personas que de verdad le sirvan a uno y le ayuden dándole la información. Deberían darle el puesto a gente que de verdad si quiera atender y agilizar los trámites. Es malísima la atención”, comentó.
“Yo pasé por esa difícil situación, la aglomeración es terrible, ni hay distanciamiento nadie respeta a nadie, salí enferma y ofendida. Después de hacer fila cuatro horas, haber hecho todos los trámites llegué a la casilla 10 y me encontré con un funcionario patán. Como si fuera poco, me habían retenido la camioneta y a las cuatro y media de la tarde pagué y me cobraron dos días de patio, la camioneta no cumplió un día”, expresó Gloria Ramírez a través de redes sociales, donde se han multiplicado las quejas contra esta cartera.
Aunque algunos trámites como traspasos, radicaciones, levantamientos de prenda, modificaciones, cambios de color, cambios de motor, se están realizando de manera virtual, a través de correos electrónicos, no es suficiente.
“Lo que tienen que hacer es digitalizar esos procesos. Uno debería hacer la solicitud por internet y pagar. Allí no aparecen las entidades pertinentes a manejar este tema. Eso es un contagio masivo”, dijo Adriana Monje.
LA NACIÓN intentó hablar con Elberto Garavito, Secretario de Movilidad, ante las múltiples quejas y reclamos de la ciudadanía, pero no atendió las llamadas ni mensajes enviados.