En pleno corazón de la capital huilense, un enjambre de abejas, bajo su reacción natural, atacó a seis personas que se movilizaban por la calle Octava, entre carreras Sexta y Séptima. Eso generó que se restringiera el paso vehicular y de peatones, mientras el Cuerpo Oficial de Bomberos de Neiva controlaba la situación. Minutos después, se habilitó la zona.
Sobre las 4:10 de la tarde de ayer, se realizó un llamado de urgencia para atender un enjambre de abejas que picaron a varios ciudadanos que transitaban por el microcentro de Neiva. El ataque se presentó en la calle Octava, entre las carreras Sexta y Séptima, contiguo al colegio La Presentación.
Alrededor de seis personas resultaron con picaduras, entre ellos un niño y un adulto mayor, pero ninguno presentó gravedad. “Al adulto mayor, obviamente, por razones de su edad, se le subió la tensión y hubo necesidad de desplazarlo a un centro asistencial donde lo atendieron, pero sin ninguna dificultad”, explicó María Amelia Monroy, jefe de Gestión del Riesgo municipal.
Mencionó que, una vez ocurrieron las picaduras, el Cuerpo Oficial de Bomberos acordonó el espacio para que la gente no siguiera transitándolo. “Lo que sí hay que tener claro es que, cuando se empiecen a detectar estos enjambres, toca no pasar por el sitio y alejarse”, agregó.
Rápidamente se restableció el paso
Sin embargo, la jefe de la cartera municipal aclaró que, la intervención no se hizo inmediatamente, pues primero se acordonó el área de afectación, mientras se dejaba caer el día para actuar. De allí que, la intervención se arrancó a las 5:10 de la tarde porque a esa hora empieza un periodo donde las abejas se agolpan sobre la reina madre y “ahí sí se puede hacer el rescate para llevarlo a los extramuros de la ciudad donde tenemos centros de acopio para poderlas tener”.
La movilidad de vehículos y peatones se restableció rápidamente, luego de las acciones de las autoridades competentes. “En esta época del fenómeno de La Niña, las abejas empiezan a buscar el calor de la ciudad y se empiezan a efectuar los enjambres con su reina madre sobre cualquier infraestructura. Hay que pedirle a la ciudadanía no molestarlas, no hurgarlas, ni correr porque, por instinto, hacen uso de su mecanismo de defensa que sale cuando se ven amenazadas”, concluyó.