La Nación
COLUMNISTAS

Semana de la indignación – Belén Alarcón

“Ante el crecimiento de la injusticia y la demencia del sistema, sólo nos queda la indignación”. “Ante el crecimiento de la injusticia y la demencia del sistema, sólo nos queda la indignación”. Sentencia repetida mundialmente por los indignados que se levantan en los países “ricos”, intentando frenar el poder corrupto y la avaricia infinita de los capitalistas. ¡Cómo será de grave la crisis del capitalismo, que hasta los pobres de los paraísos industrializados se movilizan para gritar ¡Basta! Cabría preguntarse si la calma de los colombianos obedece a la ausencia de la crisis socioeconómica que golpea al Norte desarrollado. La respuesta apunta a la anestesia futbolera y represiva paramilitar impuestas a las mayorías. Pero como la crisis general del sistema resulta cada vez más estructural y global, también la respuesta popular es inevitable aquí y al otro lado del charco. De ahí que organizaciones sociales aglutinadas en jóvenes movimientos sociales como Marcha Patriótica y Congreso de los Pueblos, anuncien participar desde este 9 de octubre en la que han llamado Semana de la indignación que culminaría el 12, fecha conmemorativa de los más de quinientos años de resistencia amerindia. En la Semana de Indignación, campesinos, indígenas, negritudes, obreros, estudiantes, desempleados e informales, se proponen apoyar los diálogos de paz; exigir cese bilateral del fuego mientras se dan las conversaciones; pedir participación de las organizaciones sociales en las Mesas; impulsar las Agendas Locales de Desarrollo y Paz. Coincidirá con la instalación de la mesa de negociación en Noruega entre las Farc-ep y el gobierno Santos. Será una acción de respaldo a las negociaciones, pero también un pulso con quienes no asimilan la necesidad de acabar la guerra para construir nuevos mundos y allanar el camino hacia la libertad. Los seres humanos debemos reivindicarnos como creadores de ficciones o constructores de mundos posibles, retomando las palabras del hermenéutico alemán Wolfang Iser “las ficciones no son el lado irreal de lo real, lo opuesto a la realidad que nuestro conocimiento tácito todavía las lleva a ser; si no que, ellas son, más bien, condiciones que permiten la producción de mundos, cuya realidad, en cambio, no ha de ser dudada”. Los colombianos debemos construir ficciones, discursos, realidades, distintos a la guerra. La idea del triunfo militar del Estado sobre la insurgencia ha fracasado, la idea de la toma del poder por las armas también, requerimos pensarnos a Colombia como en la tulpa indígena, el mambiadero o el ágora griega. Por ahora el 12 de octubre es una de las citas.