El pasado domingo se inició la Semana Santa, con el Domingo de Ramos o de remos por el inicio del invierno. Es una semana de reflexión, de recogimiento espiritual y recogimiento de los recibos del impuesto predial, que llegaron por las nubes en todo el país, gracias a los mandatarios de turno. “Perdona Señor, a nuestros gobernantes porque si saben lo que hacen”, con los impuestos de todos nosotros los contribuyentes (carruseles en la contratación, salud, pensiones, es decir corrupción en todos los poderes y en todos los niveles). “Hoy estarás conmigo en Brasil 2014”, nos prometieron el profesor Pékerman y sus muchachos, el sábado pasado le empacamos a Bolivia 5 goles y ya estábamos clasificados, pero el martes se confabularon el comandante Hugo Chávez y el papa che Francisco, para que Venezuela nos ganara 1 a 0 y Colombia no alcanzara en el liderato a Argentina. Nos va tocar encomendarnos a todos los Santos y sobre todo a San Juan Manuel, porque con la reelección, nos puede llevar también al mundial de 2018. “Tengo sed”, clama sobre todo la Colombia rural, donde no hay acueductos ni plantas de tratamiento, pero tranquilo hermanos míos que ahora llega el invierno, con todas sus inclemencias y traten de recoger el agua que más puedan. Yopal, es una ciudad con 150.000 habitantes, que lleva 2 años con racionamiento y sin agua potable, pero nadando en petróleo y regalías, que ironía. En Yopal no hubo lavatorio de los pies el Jueves Santo por falta de agua, y el alcalde de Yopal, el gobernador de Casanare y Poncio Pilatos, no pudieron lavarse las manos por falta del preciado líquido. “Dios mío porque me has abandonado”, reclaman todos los días los desempleados, los informales que andan en el rebusque, los secuestrados de las Farc, los desplazados y sobre todo los reclusos que viven un calvario increíble de hacinamiento, en condiciones infrahumanas y degradantes. Definitivamente en Locombia “Todo está consumado”. “Señor, en tus manos encomiendo los diálogos de Paz con la Farc en la Habana”, porque no hay mal que dure 50 años ni cuerpo que lo resista. Hay vamos con mucha responsabilidad y optimismo de los negociadores, a pesar de los francotiradores guerreristas y oportunistas.