Utilizando nuevamente el glifosato como agente químico para asperjar los cultivos ilícitos, el gobierno nacional proyecta que antes de finalizar el 2016 se fumigarán 6.000 hectáreas.
Este proceso se adelantará mediante una modalidad que las autoridades han denominado “aspersión estacionaria” y consiste en que los uniformados de la policía fumigarán manualmente las hojas de coca.
El coronel Ricardo Alarcón, subdirector de la Policía Antinarcóticos, aseguró que este modelo sería utilizado como medida de choque para disminuir la producción de droga en zonas como el Catatumbo Putumayo y San José del Guaviare.
“Una vez hagamos las evaluaciones, que determinemos costos y cómo ha sido el avance en la aspersión, determinaremos si es probable que nos extendamos a zonas conocidas de afectación de cultivos ilícitos”, señaló Alarcón.
Un informe reciente de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito dejó en evidencia que en Colombia, entre el 2014 y el 2015, se dio un crecimiento del 36% de cultivos ilícitos y que se produjo luego de la suspensión del glifosato como agente fumigador.