Si no estás en face no existes, es una de las frases más escuchadas entre las personas que descubrieron un estilo de vida en la red, de tal manera que sienten cierto alivio al conocer a otros a través de fotos, videos, mensajes y demás animaciones que permiten crear un cúmulo de información acerca de las diferentes personas, generando inclusive, la tendencia a ser más sociables cuando están ante una red social. Edgar Javier González Vargas Especial LA NACION Si no estás en face no existes, es una de las frases más escuchadas entre las personas que descubrieron un estilo de vida en la red, de tal manera que sienten cierto alivio al conocer a otros a través de fotos, videos, mensajes y demás animaciones que permiten crear un cúmulo de información acerca de las diferentes personas, generando inclusive, la tendencia a ser más sociables cuando están ante una red social. De tal forma, que alimentan constantemente el perfil virtual con fotos y videos, esperando que otras personas las comenten y etiqueten, en otras palabras, las admiren o se mantengan enterados de lo que pasa en sus vidas, llegando incluso a molestarse y enfadarse si no escriben algo acerca de la diferente información que han subido a la página web o tan solo, esperan que sus datos virtuales sean revisados frecuentemente. Lo que también brinda la oportunidad de crear perfiles alternativos y falsos, pues cambian la edad, sexo y se crean estilos de vida distintos a los que llevan, aparentando una vida simulada y posteriormente, se ven obligados a mantener esa mentira viviéndola en su cotidianidad. Lo anterior me recuerda el adagio popular de “Bueno es cilantro pero no tanto” es decir, el interactuar con otros es algo bueno, sano e inclusive necesario, ya que el hombre es ante todo un ser social y emplear recursos como los virtuales, es una muestra de las diferentes posibilidades que tenemos para interactuar y relacionarnos con los demás, pero todo se debe hacer ser en su justa medida y una forma de regular el uso adecuado, es el nivel de afectación de la vida cotidiana, teniendo en cuenta: ? Si el tiempo empleado en las diferentes redes sociales afectan el desempeño en ámbitos como el social, familiar y laboral entre otros. ? Si me molesta o afecta que los demás no comenten o se enteren de lo que sucede en mi perfil virtual. ? En una reunión me concentro en el BlackBerry me olvido de las otras personas. ? Solo hago vida social a través de los chat o comunidades web. Estos son tan solo algunas de las evidencias que me indican que algo debe de cambiar. Pero ¿Cómo corrijo esta situación y equilibro nuevamente mi vida?: ? Participa de diferentes grupos como deportivos, culturales, académicos y artísticos entre otros. ? En compañía de amigos o familiares lleva a cabo actividades donde puedas mejorar las habilidades que te ayudan a ser mas sociable. ? Reduce el tiempo que pasas frente al computador o las paginas web que prestan el servicio de red social. ? Plantéate metas donde sea necesario el trabajo en equipo. Estas son tan solo algunas indicaciones de lo que se puede hacer para equilibrar el desarrollo social. *Psicólogo especialista en adicciones Sub director fundación Salem Celular: 314 453 9125