David A. Rosenthal
Las elecciones presidenciales de Colombia que tendrán lugar el año siguiente, prometen pasar a la historia. Son las elecciones de la pospandemia, de la recuperación y del sosiego, esto último solo para algunos, pues llegaría tanto a ser el nivel de polarización que sería irreconciliable un resultado que transformara drásticamente a la sociedad colombiana. Y ese resultado aún incierto podría ser el de un “ismo” que termine por dividir a la población y que incluso acabe con parte de ella. Además, pareciera que Colombia no fuera un país limítrofe a Venezuela, o que los colombianos se hacen los de la vista gorda con referencia a la situación en el vecino país -hoy Estado fallido-, o ¿es que tan mala memoria tenemos?
De cara al sufragio más importante de la contienda electoral, propia del sistema democrático, se han afianzado unos bloques de camarillas, tal como el de la “centroizquierda” y la Alianza Verde, encabezados por el exjefe negociador en La Habana con la guerrilla de las Farc: Humberto de la Calle, quien fue extinto en las elecciones pasadas; así mismo, Sergio Fajardo que se ha convertido en una mítica figura del llamado “centro” y una de las viejas fichas de la izquierda tradicional: Jorge Enrique Robledo.
Así las cosas, con esta consolidación de la coalición de la centroizquierda y la Alianza Verde, se ensancha el espectro político para el 2022, alejándose de la Colombia Humana, pues su líder, Gustavo Petro ha perdido la credibilidad y con ello parte de la balanza política que necesitaba para llegar a su tan anhelada presidencia. Asimismo, personajes como Roy Barreras y Armando Benedetti que se han zarandeado de partido en partido, ahora van tras una alianza con el movimiento de izquierda que lidera Petro.
Del mismo modo, no se puede caer en el error de pensar que Colombia Humana es del tan llamado centro, cuando es un movimiento cercano al castrochavismo, cuyo fin es implantar un sistema similar al de Cuba y Venezuela en un país como Colombia, que históricamente ha salido bien librado de ese “fantasma del comunismo” que recorría a Europa, del cual Karl Marx se refirió. Pues ahora, persigue a América de Norte a Sur.
Angela María Robledo hace parte de esta coalición, después de haber abandonado a Petro y haber sido su fórmula vicepresidencial. El argumento de Robledo es que la Colombia Humana no daba espacio a la mujer. Al igual, hace parte de esta alianza Angélica Lozano, pareja de Claudia López, que también conforma esta coalición, aunque todavía no de forma pública por obvias razones.
Por otra parte, el partido de gobierno: Centro Democrático, no se decide aún por un candidato que tenga las capacidades necesarias para afrontar tanto la campaña como una eventual segunda vuelta. Se hablan de distintos nombres, se rumoran cosas, pero lo que esta claro es que de allí saldrá quien confronte a la izquierda unida de Colombia, que pretende instaurar un cambio social, político y económico, aprovechando la crisis que deja la pandemia. De igual modo, los organismos responsables de las elecciones deberán estar alertas de posibles injerencias externas en nuestras elecciones.
@davidrosenthaal