Ante una inminente intervención directa de Estados Unidos en el conflicto, el secretario de Estado ha iniciado una intermediación para buscar respuestas.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, habló con su par sirio acerca del supuesto ataque con armas químicas que el pasado miércoles causó centenares de muertes de civiles, reveló ayer un alto funcionario en Washington.
Kerry discutió sobre el ataque, que tuvo lugar en una zona bajo control rebelde de los suburbios de Damasco, con Walid al Muallem, a quien le dijo que "si el régimen sirio, como proclama, no tiene nada que ocultar, debería haber autorizado un acceso inmediato a los inspectores de la ONU al sitio", señaló el alto funcionario.
El jefe de la diplomacia estadounidense hizo igualmente una serie de llamados telefónicos para recoger datos sobre el ataque, contactando a los ministros de Relaciones Exteriores de Jordania, Turquía y Arabia Saudita, así como al secretario general de la Liga Árabe.
"En todos estos llamados, el secretario enfatizó la importancia de determinar rápidamente lo sucedido y remarcó la seriedad y gravedad del uso de armas químicas en cualquier circunstancia", señaló la fuente, que no quiso revelar su nombre.
El presidente Barack Obama se halla bajo fuerte presión para implementar una respuesta luego que un informe de la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras señalara que los cuerpos de 365 personas fallecidas el miércoles presentaban síntomas "neurotóxicos".
Grupos de la oposición siria sostienen que el ataque fue llevado a cabo por fuerzas del gobierno y que más de mil personas resultaron muertas.