Pese a las campañas de sensibilización y los llamados constantes de las autoridades para evitar la venta indiscriminada de pólvora y recomendar que solo personas expertas la manipulen, las cifras de quemados continúan en ascenso. En el Huila, el número de afectados llegó a siete, mientras que en el resto del país los casos ascienden a 505.
Hernán Guillermo Galindo M
hernan.galindo@lanacion.com.co
El Instituto Nacional de Salud (INS) presentó su más reciente informe sobre los afectados por pólvora en Colombia. Hasta la fecha, el número de quemados se elevó a 505, lo que representa un incremento en comparación con el año pasado, cuando la cifra era de 448 para esta misma época, es decir, un aumento del 12,7 %.
Las regiones con mayor número de quemados en lo que va del 2024 son Bogotá, seguida de Antioquia, Atlántico, Cauca, Barranquilla, Cali, Córdoba, Norte de Santander, Cundinamarca y Santander.
Ayer, 21 de diciembre se reportó la primera víctima fatal por ingestión de fósforo blanco: un niño de seis años.
En 2023, en esta misma fecha, se habían registrado dos muertes. Del total de quemados en el país, 185 son menores de 18 años, y 21 de ellos estaban en compañía de un adulto bajo los efectos del alcohol al momento del accidente.
El caso del Huila
En el departamento del Huila, el número de quemados por pólvora subió a siete, de los cuales dos son menores de edad. El caso más reciente ocurrió en el municipio de Guadalupe. Los seis casos anteriores se reportaron en Neiva (5) y Pitalito (1).
Al igual que a nivel nacional, esta cifra ya supera el total de quemados registrados durante la temporada decembrina del año pasado, cuando se presentaron seis casos en todo el mes.
Primera víctima mortal por fósforo blanco
Un niño de seis años se convirtió en la primera víctima fatal relacionada con la pólvora en el país. Según el reporte de las autoridades, el menor ingirió fósforo blanco al consumir productos conocidos como ‘Martinicas’ o ‘Totes’. El trágico hecho ocurrió en Barrancabermeja, generando conmoción entre los habitantes del departamento de Santander.
El secretario de Salud de Santander, Edwin Antonio Prada Ramírez, confirmó que, debido a la gravedad del caso, se realizó un estudio adicional que fue enviado a Bogotá para determinar con precisión qué ocasionó la falla hepática que comprometió la vida del niño.
Prada explicó que “el menor ingresó a un centro médico en Barrancabermeja con síntomas de vómito y diarrea. Inicialmente, los padres no asociaron la situación con el consumo de pólvora. Sin embargo, el estado de salud del niño se deterioró rápidamente, por lo que fue trasladado a un hospital de mayor complejidad”.
El incidente ocurrió el pasado 10 de diciembre, cuando el niño fue llevado de urgencia a un centro asistencial. A pesar de los esfuerzos médicos, su condición empeoró, y las autoridades iniciaron una investigación al confirmarse la intoxicación por fósforo blanco.
Durante las indagaciones, los padres del menor manifestaron desconocer que su hijo había consumido pólvora. Sin embargo, se determinó que el niño ingirió fósforo blanco, una sustancia altamente tóxica presente en productos como las ‘Martinicas’ o ‘Totes’, que se comercializan de forma irresponsable como si fueran inofensivos.
El caso sigue bajo investigación para establecer la responsabilidad de los padres y otros posibles implicados.