El Colegio Nacional Santa Librada, cuyos orígenes institucionales hunden sus raíces en 1845, es patrimonio histórico y cultural del país, pero de manera específica y concreta, del Huila y Surcolombiano. Ahora se denomina Institución Educativa Santa Librada, y su suerte institucional, está bajo la responsabilidad política y administrativa del Municipio de Neiva. Conviene recordar, que el primer Rector de la notable Institución, fue José María Rojas Garrido, nacido en El Agrado, reconocido orador y jurista de gran vuelo, y al parecer, el único compatriota que ha presidido sucesivamente las tres Ramas del Poder Público: Presidente del Congreso, Presidente de la República y Presidente de la Corte Suprema de Justicia. Y también estudiaron en sus aulas, otros huilenses singularmente destacados: José Eustasio Rivera y Misael Pastrana Borrero. El 23 de septiembre de 2012, se celebró un aniversario más de la prestigiosa institución, en severa ceremonia, presidida por el señor Rector y acompañado de su eficaz cuerpo docente. Los actos programados se realizaron en su propia sede. Se escucharon abundantes voces que con brillo conceptual y oportunas referencias históricas, aludieron a su glorioso pasado y promisorio futuro. Los huilenses, empezando por quienes tuvimos la afortunada opción de estudiar en el memorable Claustro, nos asiste el deber histórico y responsabilidad cívica de estimular su misión educativa, a fin de que tan gratificante escenario, esté sucesiva y progresivamente colmado de fortalezas pedagógicas, en pro de la comunidad. Para que este noble empeño resulte viable, se requiere contar con adecuadas instalaciones físicas, dotación de laboratorios, bibliotecas e instrumentos de información de última tecnología. Por estas y otras realizaciones más, debemos propender los egresados del Santa Librada, en acción solidaria con sus directivas, cuerpo docente, alumnos, padres de familia e institucionalidad pública, en sus diferentes niveles y especialidades, y comunidad en general. No olvidemos jamás, que la unión hace la fuerza. Podría citarse aquí, el conocido aforismo español: “Caminante no hay camino. Se hace camino al andar” ¡Manos a la obra…¡