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¿Somos unos títeres? – Jorge Luis Salcedo

No es suficiente para los políticos y parapolíticos que se inventaron la Ley 100, que nos utilicen como títeres para desvirtuar la imagen de los médicos No es suficiente para los políticos y parapolíticos que se inventaron la Ley 100, que nos utilicen como títeres para desvirtuar la imagen de los médicos ante sus pacientes y de lo que debe ser la medicina ética. Cuando ahora, al Senado de la República encabezado por un médico, al que se le olvidaron los principios de la ética médica y la medicina integral, se le ocurre que el Colegio Médico Colombiano,  la Federación Médica  y  la Academia Nacional de Medicina, son  instrumentos para quitar y poner presidentes y vicepresidentes. Personalmente y como médico, no me prestaría para ese tipo de situaciones perversas de la política. Analicemos las cosas y veamos si estamos o no de acuerdo: El vicepresidente Angelino Garzón, sea o no de mis entrañas (lo cual me reservo), es un paciente incapacitado legalmente por sus médicos de cabecera y ante su EPS. Por lo cual mientras esté gozando de su incapacidad legal, está en fase de recuperación y/o rehabilitación simultáneamente. Por eso no se debe pedir otro certificado de incapacidad. Físicamente puede tener sus limitaciones como el presidente Franklin D. Roosevelt quién tomo decisiones importantes para no solo su país sino para el planeta Tierra. Sicológicamente puede estar triste o preocupado por que unos que no lo eligieron ponen en entredicho sus capacidades mentales. Para mí, Angelino está apto, pero aún le falta cumplir con su incapacidad la cual se puede prorrogar; pero de ahí a que no le pueda poner el pecho a ocupar la primera magistratura del país, sólo él debe decirlo. Pero lo que el Senado le está haciendo, atenta contra una persona en convalecencia y contra una recuperación eficaz. Que una partida de sinvergüenzas que casi nunca van a cumplir con su trabajo, inventándose una cantidad de incapacidades pongan en tela de juicio a un paciente, y se aprovechen de su estado para ocupar indirectamente la vicepresidencia, se me hace el colmo. Ahora me pregunto yo: ¿que pitos toca el Tribunal de Ética Médica o el Colegio Médico en esto? Ninguno, pues su función es solo juzgar el actuar y proceder de los médicos; al igual que defender que los derechos médicos sean respetados. La Academia Nacional de Medicina y la Federación hacen mal al prestarse para estas vagabunderías. Ahora nos preguntamos también ¿Quién mató al Presidente Santos? ¿Cuándo murió? ¿Por qué tanto afán de reemplazarlo? Angelino tiene razón, estaban gestando un golpe de Estado. Yo de él, ni iría al Senado ni a la Cámara, eso es ir a un infierno de trásfugas y traidores a la democracia real, no a la falsa democracia de ellos. Aruz1950@yahoo.com