Escrito por: David Sánchez, jefe de Crédito y Cartera Universidad del Rosario
El Operador Postal Oficial, el cual opera con la marca 4-72, no pasa por su mejor momento. Al cierre del primer semestre de lo corrido del año acumula pérdidas por el orden de los $135 mil millones, con pasivos exigibles estimados por los $192 mil millones para lo cual cuenta solamente con activos corrientes por $134 mil millones para responder por sus deudas de corto plazo. El estado del arte actual presenta una visual de un sentimiento agónico por una de las empresas insignias del sector postal, presentando un panorama de datos que se asemejan al “déjà vu” de lo acontecido décadas atrás con ADPOSTAL.
Se hace necesario hacer un llamado de alerta por una pronta intervención de parte del Ministerio TIC, al cual se encuentra adscrita 4-72, para iniciar un plan de rescate que permita inyectar los recursos óptimos para garantizar la correcta operación y su función de lograr la conectividad logística de todo el país. Atacar el pasivo que se tiene con los colaboradores, proveedores y aliados estratégicos debe ser una prioridad para estabilizar el normal desempeño de las actividades comerciales.
Los esfuerzos que se hagan nunca serán suficiente, pues no se puede olvidar la relevancia de la compañía en el entorno económico del país, no solamente por las 5 mil familias que se encuentran vinculadas a la empresa, además, que por su naturaleza es la llamada a continuar llegando a todos los rincones del país brindando alternativas de comunicación mediante el correo y la mensajería. En este proceso de recomposición, se debe tomar como referencia a los casos de éxito de los principales operadores postales oficiales en mundo, entro los cuales se pueden resaltar el US Postal Service, La Posta Italiana, Correos de España, entre otros.
En esencia y en la medida que se tomarán los correctivos en el presente cercano, se debe ir proyectando la hoja de ruta del futuro mediante la definición de un plan estratégico para operar bajo un esquema de rentabilidad social, que comulgue con el cumplimiento objetivo y misional de la entidad. Paralelamente se debe empezar por la designación en los cuerpos directivos con criterios de tecnicismo, lejos de los compromisos políticos al cual las empresas estatales suelen someterse en retribución a quienes hacen parte del Gobierno.
Se debe preparar a 4-72 para que logre adaptarse a los nuevos retos que ha traído consigo la transformación digital, adaptando las nuevas tendencias como instrumentos de optimización y no verlo como una competencia. Se hace necesario generar un proceso de articulación más profundo con el Ministerio de las TIC para hacerlo actor principal en la política nacional de transformación digital desde el contexto de la evolución logística del país, facilitando el acceso a la infraestructura tecnológica y de capital humano que permita una transición consistente para afrontar los nuevos retos.