Jaime García Márquez no quiere recibir homenajes en nombre de su hermano. El ingeniero costeño de 73 años, directo y muy elocuente, aclara reiteradamente que el personaje de la literatura mundial es ‘Gabo’ y que él no quiere robarle protagonismo o destacarse por su afinidad familiar.
Sin embargo, una vez entra en confianza, Jaime el ingeniero, ‘el García Márquez que no escribe ni cartas de amor’, expresa con libertad todo su amor y admiración por el único nobel colombiano. El vicepresidente de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano estuvo en el Huila por invitación de su entrañable amigo Luis Ignacio Andrade disfrutando de las festividades sampedrinas.
Con el gobernador del Huila, Carlos Mauricio Iriarte, voló en helicóptero hasta San Agustín y se deslumbró con las tradiciones folclóricas del Huila. En un extenso diálogo con LA NACIÓN, Jaime García Márquez compartió anécdotas familiares y reflexiones sobre el ejercicio periodístico y el país.
Infancia
“‘Gabito’ es 13 años mayor que yo. Mis más lejanos recuerdos se relacionan a unas vacaciones, cuando él llegó a Sucre y me sentó encima de una mesa para que yo le hiciera una mueca de unos carnavales que habían pasado”, recordó Jaime en el lobby del hotel, en su corto paso por Neiva.
“Cuando ‘Gabo’ escribió ‘La tercera resignación’, el primer cuento que le publicó El Espectador y llegó el periódico a Sucre, yo tenía 7 años de edad y pensaba que él se había convertido en un cantante famoso, porque salía en un periódico”, recordó entre risas.
“‘Gabito’ era un excelente cantante y con mi hermano que era un destacado guitarrista, pasaban sus vacaciones practicando boleros, pasillos, popurrís y por supuesto el vallenato, por eso me creé esa imagen cuando lo vi en el periódico. Mucho tiempo después leí el cuento y entendí lo que significaba. Cuando ‘Gabo’ se empezó a disparar mundialmente, nosotros nos sentíamos maravillados”, afirmó.
“A ‘Gabo’ lo sedujo el vallenato porque lo disfrutó con Escalona, que ya era un mito, y con los grandes juglares. Él es un vallenatólogo extraordinario. Conoce todos los temas compuestos por los grandes maestros. Esta relación obedece a su pasión por el acordeón”.
“En el año de 1936 ‘Gabo’ fue a Valledupar invitado por unos amigos a festejar la creación del departamento del Cesar. Allá se hizo la primer gran fiesta vallenata y al año siguiente se creó el Festival Vallenato”.
El hermano
“Yo no tengo nada que ver con la literatura. Soy el García Márquez que no escribe ni cartas de amor. Pero es una felicidad total tener un hermano de esa categoría. A veces quisiera romper el vínculo, para expresar toda la admiración que siento por él. Yo a él lo idolatro y ¿qué?”, aseguró con su marcado acento costeño.
“Quisiera tener más formación para expresar el porqué de la idolatría a mi hermano, que también es mi padrino de bautismo y el único premio nobel colombiano. Ojalá vinieran dos o tres más nobel, pero ‘Gabito’ es más que eso, es uno de los mejores escritores del mundo”.
Familia
“A los niños hay que estimularles la vocación artística desde temprana edad. El abuelo le brindó esa oportunidad a ‘Gabo’. Cuando era niño, le permitía hacer cosas que en esa época no eran admitidas, como que un niño participara en una reunión de adultos o que pintara las paredes, porque se decía que la pared y la muralla eran el papel del canalla”.
“Pero el abuelo lo dejó que se expresara en las paredes libremente. Cuando la situación se le complicaba al abuelo, se armaba de un galón de carburo y de una brocha, y pintaba nuevamente las paredes de la casa y desaparecían los dibujos de ‘Gabito’”.
“Después, el abuelo forró su escritorio con papel periódico virgen y ‘Gabo’ dibujó plácidamente con lápices de colores. Muchas de sus narraciones están impregnadas en esos dibujos. El abuelo le estimuló la imaginación y ‘Gabo’ pasó de dibujar a escribir en el papel”.
“Por eso Gabo siempre quiso montar una escuela de formación artística en Aracataca, porque consideraba que la estimulación temprana es fundamental para formar nuevos genios de las artes”.
“En la familia tenemos grandes artistas. Nuestro hermano menor, Higinio García, quien durante casi toda su vida firmó sin el apellido de mamá para que no lo relacionaran con ‘Gabo’, fue un periodista y un escritor excelente que prefirió estar siempre tras bambalinas”.
“Él quería que la gente lo leyera por lo que escribía y no por ser el hermano del nobel. Al final de su vida publicó ‘Tras las calles de Melquíades’, una obra excelente, en la que por primera vez firmó con sus apellidos completos. Este es un trabajo al que aún no se le ha dado la importancia y difusión suficiente”.
El nobel
“Podrá sonar algo vanidoso de mi parte, pero cuando él se ganó el Premio Nobel, no nos cogió por sorpresa. ‘Gabo’ ya tenía a un periodista siguiéndole la pista, porque él fue una opción permanente para el Nobel desde cuatro o cinco años atrás”.
“Cuando la noticia se conoció, yo me sentí profundamente halagado. Pero también descansé un poco porque estaba cansado de los periodistas. En Riohacha donde yo trabajaba como ingeniero, hubo siempre un periodista pendiente de la reacción, pero no pudo entrevistarme porque yo había viajado a Santa Marta”, recordó entre risas.
“Yo estaba lejos de mis padres cuando se conoció el premio. Ellos estaban en Cartagena. A mi madre le preguntó Juan Gossaín en una de las entrevistas que concedió que ¿Para qué cosas prácticas creía que serviría un Nobel?”.
“En ese momento, la zona en donde vivían mis padres no tenía servicio telefónico, así que ella muy tranquilamente respondió, ‘pues con tal que me pongan el teléfono’. A las 4:00 p.m., después de la entrevista, no sólo ella, sino toda la cuadra contaba con el servicio de teléfono. Eso muestra también el abandono del Estado y aún estamos en esa situación en Colombia”, manifestó.
“A mi papá le preguntaron cómo se sentía porque su hijo hubiera ganado un Nobel. Él simplemente respondió, ‘siento lo que debe sentir un niño cuando le dan un confite’”.
Residencia en el exterior
“Los 50 años que ha pasado ‘Gabo’ fuera del país no lo han afectado a él ni a nosotros. El contacto con el país es permanente. Durante todo este tiempo en México, el país que lo acogió con tanto cariño y le dio grandes oportunidades, produjo un amor inmenso entre ‘Gabo’ y los mexicanos”.
“Sin embargo, el contacto de él con toda su familia, sus amigos, y el periodismo colombiano es permanente. ‘Gabo’ creó la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano en 1995 para prestarles de alguna manera una ayuda de capacitación a todos los periodistas colombianos”.
Paso por el Huila
“El Huila me pareció fabuloso. Por primera vez me subí a un helicóptero y como es conocido, en nuestra familia la mayoría le tenemos miedo a volar, así que al principio estaba muy tenso, pero después disfruté el paisaje y fue una experiencia sencillamente espectacular”.
“Yo había pasado por Neiva en el año 59, pero lo que encontré ahora fue totalmente distinto. Me recordó a Valledupar. Tiene el calor humano, el ambiente y la atmósfera maravillosa. He pasado unos días extraordinarios”.
“Me asombró la pasión de las personas por el Sanjuanero Huilense. Elorgullo de llevar sus trajes y de conservar su tradición folclórica. Nunca terminaré de agradecerle a mi amigo, a mi hermano huilense Luis Ignacio Andrade y al gobernador del Huila Carlos Mauricio Iriarte por sus atenciones”.
Reflexiones sobre el periodismo
“‘Gabo’ cree que el futuro del periodismo en Colombia y en América Latina está en las mujeres. Están arrasando en la actividad periodística. Yo también lo veo así. El país requiere un periodismo que afronte los grandes problemas sociales”.
“Vivimos en una Nación supremamente complicada que requiere el análisis de muchos temas importantes. Este es un país de contrastes y los medios de comunicación tienen que producir noticias que involucren a todos los colombianos”.
“La salvación de Colombia está en las mujeres. Ojalá que muy pronto tengamos una mujer presidente. Hay un anhelo por construir un mejor país y la única manera de hacerlo es trabajar con compromiso y con disciplina, con la fuerza que tienen las mujeres”, manifestó.
"Por lo único que quisiera
volver a ser niño
es para viajar otra vez
en un buque por el Rio Magdalena.
Quienes no lo hicieron en aquellos
tiempos no pueden ni siquiera
imaginarse como era…"
Gabriel García Márquez
Notas de Prensa 1980-1984
“Ojalá vinieran dos o tres más nobel, pero ‘Gabito’ es más que eso, es uno de los mejores escritores del mundo”: Jaime García Márquez.