Por segunda ocasión fue suspendido el desalojo que pretendía efectuar la Policía, obedeciendo a una orden judicial que está obligando a la señora Rosalba Hoyos Valenzuela a desocupar la casa que construyó hace 30 años en el barrio San Antonio.
Todo el problema obedecería a que el exmarido de la residente, quien tiene documentos sobre la propiedad, reclama con un poder entregado a un hermano el predio. Ante esta situación, esto expresó la afectada: “Llevo 30 años aquí, todo lo construyó mi papá, luego nos lo cedió a nosotros y entonces con el papá de mis hijos hicimos esto. Yo sé que él también tienen derecho, pero que repartamos, no que me eche a la calle, él tiene escrituras, pero han hecho torcidos”, manifestó Rosalba Hoyos.
El lio jurídico de esta propiedad tiene afectados no sólo a la familia de la señora Rosalba, sino a sus vecinos, quienes se unieron a su causa.