La mujer cabeza de hogar, ganadora del primer Festival del Tamal en Neiva, cuenta cómo logró este triunfo y qué significó para ella y su familia.
En el sur de la ciudad de Neiva, en una casa pequeña pero acogedora, y con mucha hospitalidad, Suldery Cruz recibe a los clientes que esperan ansiosos el fin de semana para poder consumir sus famosos tamales. Esta mujer oriunda de Chaparral-Tolima, con constancia y dedicación, ha logrado posicionar este plato típico como el mejor del municipio de Neiva al convertirse en la ganadora del primer Festival del Tamal realizado en la capital huilense.
A pesar de que nació en el Tolima, siendo una niña llegó a vivir al municipio de Timaná con su hermana mayor y sus mejores años los ha vivido en el Huila, por lo que Suldery recalca que sus tamales son 100% huilenses. De la mano de sus familiares aprendió a preparar los tamales, pero fue hace 5 años que empezó a construir Tamales Suldery, una microempresa de una madre cabeza de hogar y sus dos hijos.
Con una producción de 50 tamales cada 15 días fue como inició el negocio familiar. Con el pasar del tiempo Suldery y sus hijos se dieron cuenta de que su producto gustaba y de esta manera, decidieron preparar 300 tamales semanales. El éxito era evidente, y este creció aún más cuando el pasado 3 junio se enfrentó a otros 79 participantes y obtuvo el primer lugar en el Festival del Tamal, posicionando su tamal como el mejor de la ciudad de Neiva. Después de ese gran triunfo, las ventas de los tamales se duplicaron y actualmente realizan 600 unidades, las cuales son vendidas de viernes a domingo.
“Ese logro fue una bendición, porque yo estaba compitiendo con grandes empresas productoras de tamales y el tamal de esta pequeña empresa fue el ganador. Considero que el factor determinante para ganar fue cocinar con productos de excelente calidad, mantener siempre una buena higiene, siempre me pongo guantes, tapabocas y gorro cuando voy a manipular los tamales. Y lo más importante, hacer las cosas con mucho amor porque las cosas que se hacen con amor dan resultados”, aseguró Suldery.
Negocio de familia
El negocio fue creado por Suldery junto a sus dos hijos Luisa y Daniel quienes ya tienen sus funciones bien definidas. Cada jueves, Daniel y Suldery se levanta a las 4:00 am para comprar los ingredientes necesarios para la preparación de los tamales y el viernes es el día en que se arman y se dejan listos para la venta, y aunque los tres contribuyen en la preparación, Suldery se asegura de ser muy cuidadosa con el proceso de manipulación de los alimentos.
“Yo todos los jueves hago el mercado con Daniel y dejo todo listo para el viernes, ese día empiezo a cocinar el arroz y el resto de ingredientes. Algo muy importante es que durante el tiempo de cocción, yo soy la única que puede manipular el tamal, nadie más, soy muy cuidadosa con eso. En todo el proceso mis hijos son mi mano derecha, mi hija Luisa me ayuda a pelar los huevos y la zanahoria. Una vez tengo armados los tamales, se los paso a ellos para que los amarren”, explicó.
En un futuro, a Suldery le gustaría tener un punto físico dedicado solamente a vender sus tamales. Por ahora, está agradecida con Dios por lo que ha logrado y se siente orgullosa del trabajo realizado por ella misma y por sus hijos. “Me gusta escuchar a las personas que dicen: ‘Tan rico su tamal, véndame otro’. Es una satisfacción muy linda ver que la gente queda contenta con ese tamal que se elaboró con amor”.