La Nación
Techos Verdes: una solución urgente para Neiva 1 13 septiembre, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Techos Verdes: una solución urgente para Neiva

Escribo esta columna bajo un sol ardiente y una sensación térmica cercana a los 40°C. Según las alertas diarias del IDEAM, en lo que llevamos de agosto, Neiva ha sido uno de los municipios más calurosos de Colombia, entre otros como Villavieja, Cúcuta y Natagaima. Este aumento de temperatura, influenciado por el cambio climático y otros factores, no es motivo de orgullo, ya que apunta a un futuro más hostil para la vida dentro y fuera de las ciudades si no se implementan medidas de mitigación.

El 6 de agosto se radicó en el Congreso de la República un Proyecto de Ley que busca abordar estas problemáticas ambientales mediante la implementación obligatoria de techos verdes en nuevas construcciones. Estos sistemas de infraestructura verde son parte de Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) esenciales para ciudades como la nuestra si aspiramos a reducir las altas temperaturas y sus efectos perjudiciales en el sistema socio-ecológico.

Los impactos del cambio climático y el fenómeno de isla de calor en las ciudades tienen diversas causas, como las emisiones del transporte, la industria y el uso excesivo de aire acondicionado. Además, la proliferación de superficies construidas con asfalto y concreto, materiales que retienen calor, y la disminución de espacios verdes, agravan la situación. En mi opinión, esta última es una de las más críticas, ya que la Estructura Ecológica Principal de nuestra ciudad ha experimentado contadas mejoras en su extensión y/o calidad. La falta de enfoque en estos aspectos fundamentales ha resultado en una oferta limitada de áreas naturales para el disfrute de la comunidad y la prestación de los servicios ecosistémicos. Asimismo, Neiva experimenta con mayor frecuencia sequías prolongadas que afectan el suministro de agua o lluvias torrenciales que causan deslizamientos e inundaciones.

La infraestructura verde emerge como una estrategia eficaz para enfrentar estos desafíos. En términos generales, un techo verde consiste de una capa de sustrato y vegetación sobre la cubierta tradicional, lo que permite reducir la radiación solar, impulsar la biodiversidad local y absorber hasta un 80% del agua lluvia, previniendo inundaciones. Además, puede disminuir la temperatura interior de un edificio entre 3°C y 4°C y reducir hasta un 8% el consumo energético asociado al aire acondicionado. Estos espacios mejoran el paisaje urbano, añaden valor y atractivo a las nuevas edificaciones y ponen a disponibilidad nuevas áreas para el goce de la comunidad.

La adopción de estas y otras SbNs no son una tendencia de moda, sino un compromiso ético que debemos asumir todos, principalmente desarrolladores inmobiliarios, autoridades y planificadores urbanos. Integrar estas soluciones en el ordenamiento territorial y en las políticas públicas es fundamental para el desarrollo sostenible de nuestra región. Sigamos el ejemplo de otras ciudades que han adoptado con éxito estas prácticas, para disfrutar, como lo hago yo ahora, de la reconfortante sombra de un árbol.