Hombres en una motocicleta llegaron en horas de la madrugada y dispararon contra la vivienda de Juan Carlos Castañeda, director de la Federación de Arroceros de Campoalegre. Los criminales antes de huir dejaron un paquete con explosivos que fue detonado de manera controlada por las autoridades. El dirigente de este gremio ya había recibido amenazas relacionadas al pago de extorsiones por presuntos miembros de las disidencias de las Farc.
Hay tensión en el gremio arrocero de Campoalegre, por los recientes actos intimidatorios de los que fue ‘blanco’ el señor Juan Carlos Castañeda, director de la Federación de Arroceros de Campoalegre, Fedearroz.
El dirigente sufrió un atentado en horas de la madrugada de ayer cuando se encontraba descansando junto a su familia en su residencia ubicada en la vereda La Vega de Oriente en zona rural de la capital arrocera del Huila.
El acto terrorista
Ocurrió sobre las 1:30 de la madrugada cuando llegaron unos hombres encapuchados a bordo de una motocicleta, lanzaron un paquete envuelto en cinta y realizaron dos disparos contra la fachada de la vivienda. “El objetivo era dejarme un artefacto explosivo que afortunadamente no estalló, la mecha no prendió y se desactivó de manera controlada cuatro horas después”, confirmó Juan Carlos.
En su relato el afectado precisó que se levantó porque escuchó los ladridos de los animales que cuidaban su hogar. “Nosotros salimos y coincidió con el momento en que iban a tirar el artefacto, entonces nos recibieron a bala, casito nos pegan los tiros, pasaron muy cerca de la integridad física de mi esposa y mi persona”, explicó Castañeda.
El mismo director de Fedearroz, vio a estos criminales, uno impulsando al otro para que desde la tapia descargara el artefacto con cuidado con el fin de no fallar en la detonación. La presencia de los ocho perros de raza peligrosa complicó la entrada de los intrusos a su propiedad.
“Desde la parte de afuera uno de ellos estaba impulsando al otro para tirar el artefacto y que no se apagara la mecha, por eso se subieron a la tapia con el fin de que este cumpliera su objetivo”, aclaró la víctima. El explosivo al ser lanzado quedó debajo de una matera en el corredor de la residencia.
Rondaron la zona
Según reportaron sus vecinos en un grupo de WhatsApp comunal, estos delincuentes ya habían estado rondando desde muy temprano en otro sector mirando el momento oportuno para llevar a cabo su acción terrorista.
Pide protección
“Es la primera vez que me pasa, yo solo soy un empleado de una empresa, no soy ningún hacendado, no tengo dinero, vivo de un salario de la federación. En este momento con lo que pasó uno piensa que, si lo hicieron, por qué no lo van a volver hacer, ya saben dónde uno vive, es una vereda, no es una casa en el pueblo y queda uno más vulnerable, entonces yo si les pido a las autoridades que nos faciliten una protección para mí y mi familia”, solicitó Castañeda.
Víctima de extorsión
Estas acciones son producto de las retaliaciones de los grupos armados que lo vienen intimidando para que acceda al pago de millonarios cobros extorsivos. Una evidencia de ello es un panfleto que le dejaron hace días las disidencias de las Farc.
El secretario de Gobierno del Huila, Juan Carlos Casallas, habló de las instigaciones que ya venía sufriendo el director de Fedearroz. “Tenemos información que él venía siendo objeto de algunas exigencias por parte de los grupos armados y seguro que este acto está relacionado con esas situaciones de extorsión. Ya las autoridades estaban enteradas”.
El funcionario además añadió que, “las autoridades que hicieron presencia en el sector están adelantando las investigaciones y estamos haciendo el seguimiento del vehículo, de las características de los sujetos con los medios que disponemos y esperamos tener en las próximas horas resultados sobre esas instigaciones”.
La víctima del atentado concluyó manifestando “quiero resaltar que la atención de las autoridades fue oportuna, a las 6:00 de la mañana ya estaban los antiexplosivos y lograron proteger mis bienes. El artefacto fue sacado de mi casa y lo hicieron explotar en otro sitio. El explosivo era muy letal, podía hasta acabar con la vida de una persona a tres metros a su redonda”.
