Sin haber cumplido con la totalidad de las compensaciones sociales y ambientales, la multinacional Emgesa inició ayer el llenado de la represa El Quimbo, desatando una intensa polémica.
La operación inició el domingo pasado con la adecuación técnica de las compuertas del túnel de desviación embalsando las aguas del río Magdalena.
El llenado, el hito constructivo más importante en una obra civil de esta envergadura, comenzó hacia las 5:30 de la mañana de ayer luego de haber obtenido el visto bueno de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla). Posteriormente se llegará a la descarga de fondo, respetando el caudal ecológico de 36 m3/s requerido en la Licencia Ambiental y superior a los 160 metros cúbicos
El organismo, mediante Resolución 0759 proferida el 26 de junio pasado pero expedida ayer por su director Fernando Iregui Mejía, marcó la pauta para iniciar el llenado. El acto administrativo entregado en exclusivo a LA NACIÓN, introdujo 14 modificaciones a la licencia ambiental otorgada en el 2009 y acogió las propuestas presentadas por la compañía. Además, impuso nuevas obligaciones de carácter técnico para cumplir con las medidas cautelares ordenadas por el Tribunal Administrativo del Huila, en el trámite de una acción popular.
El llenado, que en otras condiciones hubiera sido un hecho relevante en la ejecución del proyecto, se hizo a escondidas, justo cuando apenas el Huila salía de su temporada sampedrina.
Con el aval de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) la empresa Emgesa inició ayer el llenado de la represa El Quimbo, el principal hito constructivo de la obra que deberá generar a partir de este año 2.200 giga vatios anuales.
“Este proceso de llenado, tomará cerca de 30 días, que podrían variar en función de la hidrología; posteriormente se inician las pruebas de generación para entregar la energía que el país necesita”, declaró ayer en un breve comunicado Lucio Rubio Díaz, director General de la empresa italiana Enel Colombia, dueña del proyecto.
El cierre de las dos compuertas, estructuras de 65,6 toneladas de peso (por cada una), se desarrolló con un caudal promedio de 500 m3/s (metros cúbicos por segundo) y contó con el soporte de 300 personas.
“Hemos contado con unos caudales superiores a los 400 metros cúbicos por segundo, lo que nos garantice una operación segura y adecuada para realizar el cierre de las compuertas y desde las primeras horas de la mañana iniciamos el llenado de El Quimbo”, aseguró Rubio.
Aunque estaba previsto que el llenado comenzaría antes de terminar el mes de junio, las fuerzas vivas y las autoridades regionales estimaron que la decisión “fue inconsulta e inconveniente”.
Las notificaciones se hicieron por correos electrónicos desde el viernes pasado tanto al Tribunal Administrativo del Huila como a la CAM. La forma inapropiada generó ayer rechazo entre las autoridades seccionales.
Medida inconsulta
“Este llenado debió ser consultado con la región, de acuerdo con los parámetros definidos en las 26 mesas de seguimiento. En este caso pasaron por encima de la región, de las autoridades, es una burla”, afirmó el gobernador del Huila, Carlos Mauricio Iriarte.
“Aunque no tengo autoridad constitucional ni competencia para impedir o permitir el llenado de El Quimbo, no es mi competencia; sin embargo, lo digo como Gobernador y como huilense, esta operación es inconsulta e inconveniente y se inició sin que se hayan cumplido la totalidad de las compensaciones sociales y ambientales”, recalcó el mandatario seccional señalando que por lo menos 30 de los compromisos pactados no se han cumplido.
Al eco de sumó el director General de la CAM Carlos Alberto Cuéllar, quien cuestionó la medida intempestiva.
“El inicio del llenado fue inconsulto, no se comunicó de manera apropiada a la región. En mi opinión fue una burla para los huilenses. Tenemos claro desde el punto ambiental y social que existen algunas acciones que ameritaban un mejor desarrollo del cumplimiento de los compromisos por parte de Emgesa. Particularmente para el llenado debió ser el retiro total de la biomasa, tal como quedó contemplado inicialmente, y en este momento estamos asumiendo una situación de riesgo bastante preocupante para la región”, reiteró el director de la CAM.
Modificaciones
Las modificaciones fueron soportadas en el Concepto Técnico No. No. 3148 del 25 de junio de 2015 que permitieron realizar ajustes de las obligaciones inicialmente pactadas en la licencia ambiental.
El primer punto precisó los alcances de los caudales mínimos que deben mantenerse durante la operación, el monitoreo y calidad de agua que deberá mantenerse. Estimó que el caudal que se debe garantizar desde la estructura de la presa, hasta la confluencia con el do Páez durante llenado y operación no podrá ser inferior a 36 m3/s, o su equivalencia con niveles asociados a este caudal, aguas abajo del sitio de presa, láminas de agua consideradas aceptables para la movilidad y supervivencia de especies ícticas propias del do Magdalena en este sector.
Para el procedimiento de llenado del Embalse de El Quimbo no se requiere que ingresen al embalse de Betania caudales de 300-400 metros cúbicos por segundo sino el mínimo recomendado de 160 metros cúbicos por segundo como lo determinó también el Tribunal Administrativo del Huila.
Para permitir la verificación de la obligación de garantizar el caudal ecológico y las reglas de operación, Emgesa deberá implementar un programa de monitoreo de caudales en el río Magdalena, para lo cual deberá instalar un sistema de medición hidráulico en la descarga, realizar mediciones mediante limnírnetros móviles, para verificación del caudal ecológico, instalar una estación limnimétrica 900 metros aguas abajo de la descarga, para monitoreo de las entregas de la central antes de la confluencia del río Magdalena con el río Páez. Se deberán tomar datos durante las fases de llenado y operación del embalse y presentar los consolidados mensuales a partir de los registros diarios en los respectivos Informes de Cumplimiento Ambiental (ICA 's).
Medición de caudales
La segunda estación limnigráfica ubicada a 300 metros aguas abajo de la descarga del muro principal de la presa (debido a que no está cumpliendo con su función por la geomorfología actual del tramo), deberá reubicarse en un sitio donde cumpla con su finalidad, la cual es registrar el comportamiento hidrológico de la zona y formar parte integral de la red de monitoreo del proyecto.
También le adicionó otra obligación relacionada con la estación de medición de caudales en el Tramo del río Magdalena entre el sitio de presa Quimbo y la cola del embalse de Betania, durante la fase de llenado.
Calidad del agua
Emgesa deberá instalar una estación de monitoreo de los caudales de entrada al embalse de Betania y garantizar un caudal del orden de 160 m3/s de caudal medio diario, como aporte del río Magdalena a la entrada del embalse de Betania, durante la fase de llenado con el fin de dar cumplimiento a lo exigido por el Tribunal administrativo de Huila.
La multinacional deberá realizar la supervisión y seguimiento de la cantidad y calidad del agua de entrada al embalse de Betania, durante la fase de llenado del proyecto hidroeléctrico El Quimbo.
Para lo cual deberá, reportar los caudales estableciendo en la estación ‘Las Vueltas’, la periodicidad de la toma de las mismas, así como los parámetros de monitoreo de calidad de agua, de acuerdo con los parámetros estableciendo por la licencia ambiental y con los requerimientos del Tribunal Administrativo del Huila.
Las actividades de monitoreo asociadas al llenado del embalse de El Quimbo y posteriores, se adelanten con los mismos protocolos de muestreo, niveles de identificación biológica (especies) y de detección física y química de los parámetros de calidad del agua y análisis de la información realizado por la Universidad Nacional.
Esta actividad, según Emgesa, ya está contratada con la empresa Daphnia que ha venido adelantando los monitoreos de calidad de agua durante la construcción del proyecto, con un grado precisión que en ocasiones y para diferentes parámetros ha sido menor al utilizado para el establecimiento de la base ambiental, lo cual ocasione la falta de presentación de resultados coherentes, bajo la disculpa de encontrarse por debajo del rango de detección del sistema de análisis utilizado.
Control de sismos
Debido a la reiterativa ocurrencia de fenómenos de carácter geotécnico durante la fase de llenado del embalse, la Anla ordenó que Emgesa deberá cumplir con el análisis y seguimiento a la sismicidad inducida. Además urgió medidas pertinentes, monitoreos e instalación de la infraestructura necesaria para tal efecto, mediante una estación de sismicidad que cumpla con los estándares internacionales para tal actividad.
Igualmente definió otros parámetros técnicos para retiro de fauna y material vegetal.
Mientras el proceso avanzaba ayer en medio de la temporada de invierno, las autoridades regionales anunciaron que estudiarán las medidas jurídicas pertinentes para obligar a Emgesa que cumpla con la totalidad de las compensaciones.
Contra la Resolución 0759 procede únicamente el recurso de reposición ante la Anla que deberá interponerse en diez días.
Piscicultura en riesgo
El gobernador Carlos Mauricio Iriarte advirtió los efectos que puede ocasionar a la piscicultura industrial en el embalse de Betania.
“El llenado no podría iniciarse sin garantizar el más mínimo riesgo para la piscicultura, nuestra única apuesta exportadora de clase mundial. Se ha violado ese principio. No se ha definido como se indemnizará a los piscicultores por los daños que se puedan ocasionar. Y algo más grave: la posible ruina del sector. Una cosa son los derechos de los piscicultores y otra las compensaciones ambientales”, aseguró el mandatario seccional.
El director de la CAM señaló que la calidad del agua podrá impactar este renglón estratégico del Huila.
“Compartimos la preocupación del gobernador y las autoridades regionales y confiamos en que Emgesa cumpla con la totalidad de las compensaciones no solo para los piscicultores. Para los demás sectores afectados. Y de paso que se mantengan los caudales requeridos para la sostenibilidad de la piscicultura”, señaló el presidente de Asopishuila, Efrén Tovar.
“Es lamentable esa decisión adoptada por Emgesa, pasando por encima de todos con la arbitrariedad y la complicidad del Anla que autorizó la modificación de la licencia violando normas legales. Es un irrespeto con el Huila. Ahora este proceso es irreversible. Solo nos queda ahora es comprar veladoras y rezar para que no nos acabe, para que no nos arruine”, afirmó Manuel Macías, presidente de Acuapez.
Rescate contingente de peces
Para desarrollar este plan de manejo, se llevó a cabo la contratación de brigadas conformadas por un grupo de pescadores de la región cercano a las 60 personas, debidamente capacitadas, quienes serán dirigidos por profesionales para realizar el rescate, captura y traslado de peces aguas abajo del embalse. Los peces capturados se les tomará información como especie, talla, peso y posteriormente se trasladarán en contendores aguas abajo del río Páez para su liberación, manteniendo la temperatura y el oxígeno.
Rescate contingente de fauna
Para este plan de manejo se cuenta con brigadas conformadas por cerca de 75 personas la mayoría de la región, quienes harán salvamentos vía terrestre y acuática. Una vez rescatada la fauna, se llevarán a los centros de paso, donde recibirán atención médica especializada para ser posteriormente liberados en el área de restauración del Proyecto, zona que será la receptora de la fauna.
Extracción de macrófitas (vegetación acuática)
Se harán inspecciones durante el llenado del embalse para identificar presencia de vegetación acuática. En caso de identificarse se hará el confinamiento y extracción sea manual o mecánica para luego, trasladarla a los sitios donde se realice la correspondiente deshidratación. Luego se realizará la disposición final y el adecuado monitoreo y control.
Extracción de material flotante
Se continuará con la recolección manual o mecánica de la biomasa (ramas, follaje), para hacer el posterior traslado a los sitios de disposición correspondientes. Igualmente se retirarán los residuos sólidos que puedan estar presentes.
