La administración Santos ha buscado que el desarrollo económico se traduzca en bienestar para los colombianos y en un país más justo. En mayo de 2012 empezó a funcionar el Sistema de Regalías. Ha sido un año de transformación: ahora las regalías llegan a todos los municipios y departamentos, la descentralización juega un papel primordial y hay un uso transparente de los recursos.
En sólo un año el gobierno y las regiones lograron reglamentar y poner a funcionar un sistema completamente nuevo. Son más de $18 billones para inversión en los años 2012,13 y 14. Ya se aprobaron 3.300 proyectos por $14 billones. La mejor noticia es que hay obras terminadas y el país se transforma. El coliseo mundialista de Cali donde se realizaron los juegos mundiales es un ejemplo. También la alimentación escolar en 95 colegios de Córdoba y las de redes eléctricas en Cartagena del Chairá, incrementando de 10 al 100% la cobertura.
Pero el impacto global es muy grande. Con los proyectos aprobados se construyen 15.221 viviendas y 11.300 kms de vías. Los proyectos de agua potable beneficiarán a 2.3 millones de colombianos (35% de la población con déficit).
Esto se complementa con otra estrategia para lograr un país justo: una mayor y mejor focalizada inversión pública. En promedio, la inversión anual durante 2010-14 es de $40 billones, el doble de años anteriores. En 2013 logramos el presupuesto de inversión más alto de la historia: $43 billones para invertir en sectores prioritarios. Y la ejecución de estos presupuestos ha sido la más alta de los últimos 15 años.
Una tercera estrategia que está transformando las regiones de Colombia son los Contratos Plan. Canalizan recursos nacionales y regionales para desarrollar integralmente una región y son ejemplo de planeación de largo plazo, técnica y responsable. Se han firmado siete: Nariño, Darién, Arauca, Tolima, Cauca, Boyacá y Santander, con más de 6 millones de colombianos beneficiarios e incluyen inversiones por $12,6 billones.
Y existen aspectos positivos que no se habían observado en la historia reciente: el empleo formal crece más que el informal por primera vez desde 1994; entre los más pobres la tasa desempleo disminuyó un 15%, mientras que entre los más ricos 8%.
Y por supuesto el impacto en pobreza y desigualdad es contundente. Durante 2010-12 la pobreza cayó 4,5 puntos y 1,7 millones de personas salieron de esa condición. Más de 700 mil personas salieron de la pobreza extrema.
El coeficiente GINI se redujo 2,1 puntos por un hecho que no se había visto en los últimos 20 años: el crecimiento del ingreso de los más pobres fue seis veces superior al de los más ricos (13.2 vs. 2.3%). Es decir, los ingresos que han crecido han sido los de los más pobres. Así, logramos lo impensable: quebrar la tendencia en la que la economía crecía, pero la desigualdad también. Hoy la economía crece pero la desigualdad disminuye. Seguiremos trabajando para que Colombia sea un país más justo.
*Director Departamento Nacional de Planeación