Un nuevo tratamiento se ha declarado muy prometedor contra la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, graves inflamaciones intestinales crónicas, según dos ensayos clínicos internacionales publicados este miércoles en Estados Unidos.
Una nueva molécula, la vedolizumab, del laboratorio japonés Takeda, ofrece una nueva esperanza a los cuatro millones de personas que sufren una de las dos de estas patologías autoinmunes, estiman los investigadores que llevaron a cabo estos estudios clínicos, publicados en la revista New England Journal of Medicine.
Los ensayos clínicos de fase 3, realizados en 39 países y en los que participaron 3.000 personas, "mostraron resultados muy prometedores para los enfermos que sufren la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, para las que los tratamientos convencionales como los esteroides o supresores del sistema inmunitario son ineficaces", explica William Sandborn, director del centro de enfermedades inflamatorias intestinales en la Universidad de California de San Diego, que llevó a cabo el estudio de la enfermedad de Crohn.
"Este tratamiento modifica el enfoque terapeútico de estas enfermedades ya que muchos enfermos que sufren de colitis ulcerosa observaron una cura del instestino que fue mantenida al seguir tomando vedolizumab", precisó.
El anticuerpo, administrado por via intravenosa, ataca a las celulas inmunitarias del intestino que liberan un tipo de proteínas (citocinas) responsables de la inflamación, que daña los tejidos de los intestinos grueso y delgado y provoca diarrea.
El tratamiento está muy dirigido, lo que limita el riesgo de efectos secundarios, mientras que las curas tradicionales se acompañan de efectos como la pérdida de peso, náuseas o dolor de cabeza, señalan los investigadores.
Además, los medicamentos convencionales contra la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa debilitan el sistema inmunitario, lo que incrementa a su vez el riesgo de infección.
Esta enfermedad puede conllevar complicaciones graves como una oclusión intestinal, malnutrición o cáncer de colón, requiriendo a veces de una extirpación quirúrgica de parte del intestino.
Sobre los 3.000 participantes en los ensayos clínicos, de 18 a 80 años de edad, 1.900 sufrían la enfermedad de Crohn y 1.100 colitis ulcerosa.
Los enfermos, en que un grupo tomó placebo, fueron tratados durante un año y los efectos se comprobaron a las seis semanas.
Takeda, que financió los ensayos clínicos, solicitó la luz verde a las agencias estadounidenses y europeas del medicamento, la FDA y la EMA, para la puesta en el mercado del fármaco.