La Nación
Triángulo misterioso 1 20 septiembre, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Triángulo misterioso

Suscita suspicacia la actitud de Petro ante las muy específicas y duras ‘órdenes’ de la Fundación Rockefeller a través de su formal emisario Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia y Nobel de Paz. El Presidente no se ha distinguido precisamente por su obsecuencia o siquiera observación amable con las sugerencias o indicaciones que cotidianamente le hacen organismos y personajes no catalogados como progresistas o de izquierda. Por el contrario, son ya esperadas sus diatribas, a cual más de insultantes y descalificatorias en la mayoría de los casos, al punto que ya no se toman en serio ni generan resquemores mayores, por lo menos en las élites empresariales y gremiales, quienes están es con la expectativa del acuerdo nacional que permita evitar más y mayores daños a la economía y la convivencia nacional y, de otra parte, ganar tiempo para la recuperación y reconstrucción necesarias de la economía, institucionalidad, empresas, organismos y políticas públicas que se encuentran seriamente lesionadas y con riesgo de desaparecer, tarea que será posible sacando al petrismo  del poder en las elecciones presidenciales del 2026.

El estelar representante de la Fundación (Santos) que vuelve a Colombia como sede de latinoamérica, entregó al Presidente Petro memorando de 12 puntos, 11 con verdaderas órdenes sobre lo de hacer con el fraude electoral de Maduro en Venezuela, y en el último la perentoria tarea de recuperar la Secretaría del Tratado de Cooperación Amazónica, perdida por su pelea con Dina Boluarte presidente peruana.

Más allá de los mil millones de dólares que trae la fundación para invertir en cambio climático y protección ambiental, tema atractivo para Petro que se desvive por el dinero a manos llenas, y más allá de la pertinencia temática ad-portas de la COP16 a realizarse en Cali dentro de pocas semanas obligando al presidente a ser atento personalmente con Santos que no ha sido precisamente cariñoso ni condescendiente con el amigo y defensor de Maduro, pareciera irse mostrando que evidentemente el emisario tiene algún ascendiente sobre Petro implicándole ‘ponerse a sus órdenes’, aún a riesgo de perder parte del ansiado liderazgo latinoamericano en la agenda ambiental.

Sin embargo, fundación, expresidente y presidente están triangulando una frágil conveniencia que puede explotar ante el próximo discurso mesiánico de Petro tachando de esclavistas y asesinos a quienes, evidentemente, son parte del imperio norteamericano.

Quién lo creyera: nos sorprende descubrir a Petro callado y sumiso.